Sobre "El Libro de la Selva"
"El libro de la selva" se estrenó un año después de la muerte de Walt Disney, durante la campaña navideña del 67 en Estados Unidos y un año más tarde en España, mostrando las avanzadas técnicas de animación de los estudios Disney, que por primera vez ofrecían paisajes frondosos de gran realismo y canciones de éxito, lo que supuso unos ingresos de 40 millones de dólares.
Las voces originales de los personajes fueron elegidas por el propio Walt Disney, que decidió que quería a estrellas del celuloide de la época para dar vida a sus dibujos. Así Phil Harris fue el oso Balloo, Sebastián Cabot la pantera Bagheera, George Sanders prestó su voz al malvado Shere Khan, el niño Bruce Reitherman, hijo del director de la película, fue el encargado de doblar al pequeño Mowgli, y el cantante Louis Prima puso voz al Rey Louis.
La adaptación del libro de Rudyard Kipling corrió a cargo de Larry Clemons y fue Wolfgang Reitherman, tras el éxito de "La Dama y el Vagabundo", el que dirigió el filme y quien utilizó para los decorados las pinturas del postimpresionismo del pintor francés Paul Gaugin.
Uno de los principales alicientes de "El Libro de la Selva" es su banda sonora, con canciones convertidas en clásicos como "Busca lo más vital", de Terry Gilkyson y candidata al Oscar; u otras como "Marcha de los elefantes", "Quiero se como tú", "Confía en mí", "La Amistad" y "En mi hogar", obras del equipo de compositores formado por Robert B. y Richard M. Sherman.
Sería interesante saber si alguno de ellos eran masones, básicamenete el director Reitherman (lo que sí era es judío con total seguridad).
Lo cierto es que este libro es un auténtico manual de educación, de “maduración”. Mowgly tendrá los mejores maestros que podría alguien desear, Bagheera, Baloo, Akela, cada uno de ellos sabrá transmitirle una serie de valores que le acompañarán para el resto de sus días. Valores que contrapuestos a los que le enseñen otra serie de personajes con los que convive, Kaa, los monos, y el propio Shere Khan, aglutinan todas las ramas de la sabiduría popular, todos los valores y contravalores que en definitiva constituyen una sociedad, (irónico teniendo en cuenta que serán las fieras las que se los enseñen).
Mowgly entenderá el valor intrínseco de la familia. Estadio nuclear de la sociedad. Enseñanza que le llegará por los lobos de la manada que le admiten como hijo y hermano.
El valor del respeto a los mayores, en la figura de Akela, Baloo y Bagheera. A los mayores, a los maestros y a aquellos que nos dan un coscorrón para enderezar un entuerto, y a menudo, le duele más al que lo da que al que lo recibe.
El valor de la amistad, básica, que yo elevaría casi al mismo peldaño que al de la Institución de la familia, quizás a un peldaño de distancia. Lealtad, nobleza de acto y de pensamiento, sinceridad…
La disciplina, interna y externa, al conocer a los elefantes, una disciplina lógica y natural que hace que las cosas más triviales gocen de pleno sentido en un orden establecido por los mimbres de cualquier sociedad no anárquica. (Para ilustrar éste aspecto, Kipling contrapone a los elefantes con los gorilas rojos, perdón, los orangutanes rojos que viven bajo la dictadura de la Anarquía, el caos y el desorden).
Honor y Valor, ambas con mayúsculas… Familia, disciplina, superación y educación. Pilares éstos de El libro de la Selva.