Atravesó sin obstáculos los diferentes regímenes que se sucedieron durante su larga existencia, pero el Imperio fue para él el más penoso porque a Napoléon (que prefería a Spontini) apenas le gustaba: durante este período viajó en particular a Chimay y a Viena, donde, en 1805, remitió a Haydn un diploma concedido por el Conservatorio de París. Presa de dificultades financieras, incluso abandonó por un tiempo la música para consagrarse a la botánica y la pintura.
Beethoven habla de él como del mejor compositor de su época.
Fue director del Conservatorio París del 1822 al 1842. De su obra, conocemos sobre todo misas, óperas (“Médée”) y su música de cámara.
Hacia 1784, se hizo miembro de la Logia Parisina “San Juan de Palestina”.
En 1786 compuso para la Logia “L’Olympique de la Perfecta Estima” la cantata titulada: “La Alianza de la música con la masonería: Amphion elevando los muros de Tebas al sonido de la lira”, que al parecer no ha sido nunca interpretada.
Prof. Joaquim Villalta
