
Bien es sabido que los masones acudimos a nuestras tenidas vestidos de un modo más bien "clásico". Hay Obediencias que imponen el traje negro con camisa blanca, otras son más flexibles.
Ahora bien, en los tiempos que vivimos no es nada raro que los jóvenes luzcan tatuajes y piercings, y es posible que algunos veteranos hermanos se sientan algo incómodos sentados al lado de un joven con estética urbana "imaginativa", o al encontrar en la calle al hermano que ayer lucía traje, ataviado con toda su ferralla.
En Diario Masónico han publicado la curiosa plancha del Hermano Sergio Rafael, Aprendiz Masón de La Habana, trayendo a colación las cuestiones que su vestimenta ocasiona.
Al ser una plancha que no desvela usos, costumbres o elemento ritual alguno, me ha parecido simpático traerla aquí y que ustedes puedan preguntar u opinar al respecto.
Únicamente aporto el enlace y un par de párrafos de la misma: http://diariomasonico.blogspot.com/2009 ... a-del.html


Un abrazo... Mi madre a manera de jarana al ver que asistía a la Logia sin ninguno de mis aretes y con mis tatuajes cubiertos y en pantalón y camisa comentó que tenia doble moral por este hecho, lo cual corregí apuntando que tengo una sola moral y dos proyecciones estéticas, ni si quiera tengo dos maneras de ser, pues en ambos momentos soy el mismo. Esta moral es la que proclamé en la triangular en cuanto a mis deberes para con Dios, los semejantes y la Orden.
Por el hecho de asumir dos estéticas desiguales no tengo ninguna incomodidad ni problema que no sea de orden práctico superable, entiéndase el tiempo que empleo para variarlas, nada más. La imagen habla, o decimos que habla de algo o alguien porque esta asociada a esteriotipos y patrones que se relacionan con mecanismos de aceptación preestablecidos. Pero suponer que esto es acertado es como pensar que porque se ha leído el Génesis se conoce la Biblia con toda propiedad...
