La reforma Código de Derecho Canónico de Juan Pablo II

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Sòcrates

La reforma Código de Derecho Canónico de Juan Pablo II

Mensaje por Sòcrates »

¿Por qué un católico no puede ser masón?

A lo largo de su historia la Iglesia católica ha condenado y desaconsejado a sus fieles la pertenencia a asociaciones que se declaraban ateas y contra la religión, o que podían poner en peligro la fe. Entre estas asociaciones se encuentra la masonería.

Actualmente, la legislación se rige por el Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983, que, en su canon 1374, señala:

"Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia debe ser castigado con una pena justa; quien promueve o dirige esa asociación ha de ser castigado con entredicho".

Esta nueva redacción, sin embargo, supuso dos novedades respecto al Código de 1917: la pena no es automática y no se menciona expresamente a la masonería como asociación que conspire contra la Iglesia.

Previendo posibles confusiones, un día antes de que entrara en vigor la nueva ley eclesiástica del año 1983, fue publicada una declaración firmada por el Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. En ella se señala que el criterio de la Iglesia no ha variado en absoluto con respecto a las anteriores declaraciones, y la nominación expresa de la masonería se había omitido por incluirla junto a otras asociaciones. Se indica, además, que los principios de la masonería siguen siendo incompatibles con la doctrina de la Iglesia, y que los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas no pueden acceder a la Sagrada Comunión.

En este sentido, la Iglesia ha condenado siempre la masonería. En el siglo XVIII los Papas lo hicieron con mucha más fuerza, y en el XIX persistieron en ello. En el Código de Derecho Canónico de 1917 se excomulgaba a los católicos que dieran su nombre a la masonería, y en el de 1983 el canon de la excomunión desaparece, junto con la mención explícita de la masonería, lo que ha podido crear en algunos la falsa opinión de que la Iglesia poco menos que aprueba a la masonería.

Es difícil hallar un tema -explica Federico R. Aznar Gil, en su ensayo La pertenencia de los católicos a las agrupaciones masónicas según la legislación canónica actual (1995)- sobre el que las autoridades de la Iglesia católica se hayan pronunciado tan reiteradamente como en el de la masonería: desde 1738 a 1980 se conservan no menos de 371 documentos sobre la masonería, a los que hay que añadir las abundantes intervenciones de los dicasterios de la Curia Romana y, a partir sobre todo del Concilio Vaticano II, las no menos numerosas declaraciones de las Conferencias Episcopales y de los obispos de todo el mundo. Todo ello está indicando que nos encontramos ante una cuestión vivamente debatida, fuertemente sentida y cuya discusión no se puede considerar cerrada.

Casi desde su aparición, la masonería generó preocupaciones en la Iglesia. Clemente XII, en "In eminenti", había condenado a la masonería. Más tarde, León XIII, en su encíclica "Humanum genus", de 20 de abril de 1884, la calificaba de organización secreta, enemigo astuto y calculador, negadora de los principios fundamentales de la doctrina de la Iglesia.
En el canon 2335 del Código de Derecho Canónico de 1917 establecía que "los que dan su nombre a la secta masónica, o a otras asociaciones del mismo género, que maquinan contra la Iglesia o contra las potestades civiles legítimas, incurren ipso facto en excomunión simplemente reservada a la Sede Apostólica".

El delito -según Federico R. Aznar Gil- consistía en primer lugar en dar el nombre o inscribirse en determinadas asociaciones (...) En segundo lugar, la inscripción se debía realizar en alguna asociación que maquinase contra la Iglesia: se entendía que maquinaba "aquella sociedad que, por su propio fin, ejerce una actividad rebelde y subversiva o las favorece, ya por la propia acción de los miembros, ya por la propagación de la doctrina subversiva; que, de forma oral o por escrito, actúa para destruir la Iglesia, esto es, su doctrina, autoridades en cuanto tales, derechos, o la legítima potestad civil" (...) En tercer lugar, las sociedades penalizadas eran la masonería y otras del mismo género, con lo cual el Código de Derecho Canónico establecía una clara distinción: mientras que el ingreso en la masonería era castigado automáticamente con la pena de excomunión, la pertenencia a otras asociaciones tenía que ser explícitamente declarada como delictiva por la autoridad eclesiástica en cada caso.

Los motivos que argumentaba la Iglesia católica para su condena a la masonería eran fundamentalmente: el carácter secreto de la organización, el juramento que garantizaba ese carácter oculto de sus actividades y los complots perturbadores que la masonería llevaba a cabo en contra de la Iglesia y los legítimos poderes civiles. La pena establecía directamente la excomunión, estableciéndose además una pena especial para los clérigos y los religiosos en el canon 2336.

También se recordaban las condiciones establecidas para proceder a la absolución de esta excomunión, que consistían en el alejamiento y la separación de la masonería, reparación del escándalo del mejor modo posible, y cumplimiento de la penitencia impuesta.

Las consecuencias de la excomunión incluían, por ejemplo, la privación de la sepultura eclesiástica y de cualquier misa exequial, de ser padrinos de bautismo, de confirmación, de no ser admitidos en el noviciado, y el consejo -en este caso a las mujeres- de no contraer matrimonio con masones, así como la prohibición al párroco de asistir a las nupcias sin consultar con el Ordinario.

A partir de la celebración del Concilio Vaticano II, un incipiente diálogo entre masones y católicos hizo que la situación comenzara a cambiar. Algunos Episcopados (de Francia, Países Escandinavos, Inglaterra, Brasil o Estados Unidos) empezaron a revisar la actitud ante la masonería; por un lado, revisando desde la historia los motivos que llevaron a adoptar a la Iglesia su actitud condenatoria, tales como su moral racionalista masónica, el sincretismo, las medidas anticlericales promovidas y defendidas por masones; y, por otro lado, se cuestionó que pudiera entenderse a la masonería como un solo bloque, sin tener en cuenta la escisión entre masonería regular, ortodoxa y tradicional, religiosa y apolítica aparentemente, y la segunda, la irregular, irreligiosa, política, heterodoxa.

Estos motivos y las más o menos constantes peticiones llegadas de varias partes del mundo a Roma, diálogos y debates, hicieron que, entre 1974 y 1983, la Congregación para la Doctrina de la Fe retomase los estudios sobre la masonería y publicase tres documentos que supusieron una nueva interpretación del canon 2335. En este ambiente de cambios, no extraña que el cardenal J. Krol, arzobispo de Filadelfia, preguntase a la Congregación para la Doctrina de la Santa Fe si la excomunión para los católicos que se afiliaban a la masonería seguía estando en vigor. La respuesta a su pregunta la dio la Congregación a través de su Prefecto, en una carta de 19 de julio de 1974. En ella se explica que, durante un amplio examen de la situación, se había hallado una gran divergencia en las opiniones, según los países. La Sede Apostólica no creía oportuno, consecuentemente, elaborar una modificación de la legislación vigente hasta que se promulgara el nuevo Código de Derecho Canónico. Se advertía, sin embargo, en la carta, que existían casos particulares, pero que continuaba la misma pena para aquellos católicos que diesen su nombre a asociaciones que realmente maquinasen contra la Iglesia. Mientras que para los clérigos, religiosos y miembros de institutos seculares la prohibición seguía siendo expresa para su afiliación a cualquiera de las asociaciones masónicas. La novedad en esta carta residía en la admisión, por parte de la Iglesia católica, de que podían existir asociaciones masónicas que no conspiraban en ningún sentido contra la Iglesia católica ni contra la fe de sus miembros.

Las dudas no tardaron en plantearse: ¿cuál era el criterio para verificar si una asociación masónica conspiraba o no contra la Iglesia?; y ¿qué sentido y extensión debía darse a la expresión conspirar contra la Iglesia?
El clima generalizado de acercamiento entre las tesis de algunos católicos y masones fue roto por la declaración del 28 de abril de 1980 de la Conferencia Episcopal Alemana sobre la pertenencia de los católicos a la masonería. Como recoge Federico R. Aznar Gil, la declaración explicaba que, durante los años 1974 y 1980, se habían mantenido numerosos coloquios oficiales entre católicos y masones; que por parte católica se habían examinado los rituales masónicos de los tres primeros grados; y que los obispos católicos habían llegado a la conclusión de que había oposiciones fundamentales e insuperables entre ambas partes:
"La masonería -decían los obispos alemanes- no ha cambiado en su esencia. La pertenencia a la misma cuestiona los fundamentos de la existencia cristiana" (.) Las principales razones alegadas para ello fueron las siguientes: la cosmología o visión del mundo de los masones no es unitaria, sino relativa, subjetiva, y no se puede armonizar con la fe cristiana; el concepto de verdad es, asimismo, relativista, negando la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad, lo que no es compatible con el concepto católico; también el concepto de religión es relativista (.) y no coincide con la convicción fundamental del cristianismo, el concepto de Dios, simbolizado a través del "Gran Arquitecto del Universo" es de tipo deístico y no hay ningún conocimiento objetivo de Dios en el sentido del concepto personal del Dios del teísmo, y está transido de relativismo, lo cual mina los fundamentos de la concepción de Dios de los católicos (.)

El 17 de febrero de 1981, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicaba una declaración en la que afirma de nuevo la excomunión para los católicos que den su nombre a la secta masónica y a otras asociaciones del mismo género, con lo cual, la actitud de la Iglesia permanece invariable, e invariable permanece aún en nuestros días.

Tema extraido de ACI prensa catolica, artículo de la Enciclopedia Católica:
http://www.enciclopediacatolica.com/f/f ... oneria.htm

Sòcrates
Mozard
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Mensaje por Mozard »

Los obispos alemanes dedujeron:
Las principales razones alegadas para ello fueron las siguientes: la cosmología o visión del mundo de los masones no es unitaria, sino relativa, subjetiva, y no se puede armonizar con la fe cristiana; el concepto de verdad es, asimismo, relativista, negando la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad, lo que no es compatible con el concepto católico; también el concepto de religión es relativista (.) y no coincide con la convicción fundamental del cristianismo, el concepto de Dios, simbolizado a través del "Gran Arquitecto del Universo" es de tipo deístico y no hay ningún conocimiento objetivo de Dios en el sentido del concepto personal del Dios del teísmo, y está transido de relativismo, lo cual mina los fundamentos de la concepción de Dios de los católicos (.)
Yo creo que esos obispos han comprendido perfectamente lo que es la masonería. Y teniendo en cuenta que la Iglesia defiende la unicidad de la Verdad y que es exclusivamente la que ella promulga, pues es lógico que no puedan aprobar la masonería. No lo veo ni bueno no malo. Nadie está obligado a ser católico ni masón.
la Congregación para la Doctrina de la Fe publicaba una declaración en la que afirma de nuevo la excomunión para los católicos que den su nombre a la secta masónica y a otras asociaciones del mismo género, con lo cual, la actitud de la Iglesia permanece invariable, e invariable permanece aún en nuestros días.
Esta información no es correcta. Actualmente un masón no está excomulgado por ser masón. Sencillamente está en pecado mortal y por ello no puede comulgar, pero no está excomulgado, es decir, no está fuera de la Iglesia, sino que permanece en ella. Espero que se entienda la diferencia entre estar excomulgado y estar en pecado grave y por ello no poder comulgar, que son dos cosas distintas.

El que escribió ese artículo era bastante chapucero. No solo no se enteró de la película sino que además se lió con las fechas. La nota de Ratzinger, que el autor fecha en 1981, fue posterior a Enero de 1983, porque se debió a una petición de aclaración por parte de un sector de la curia a la ausencia de mención de la masonería que hizo Ratzinger. Me permito añadir que el hecho de que Ratzinger suprimiese del código cualquier mención directa a la masonería se debió en parte a los entonces arzobispos de Los Ángeles y Estocolmo. Cosa curiosa, un punto que preocupaba a Ratzinger es que, al eliminarse la condena explícita a la masonería, se diesen fenómenos de sincretismo entre los cuerpos masónicos cristianos y el mismo culto católico (pra entendernos, que se celebrasen misas en logias cristianas como las de Rito Rectificado sueco).

De todas formas, y quizá porque paso demasiadas horas al día con extranjeros y también asisto a tenidas de ingleses cuando puedo, no puedo evitar tener la sensación de que esto es un coletazo más de una batalla ciclópea que sucedió hace siglos: la Reforma y Contrarreforma. La ICAR se enrocó en la interpretación monolítica de Dios y la religión mientras en buena parte de Europa se daba por sentada la libertad de interpretación de la Biblia y de Dios. Quizá por ello entre la masonería de países como Francia, España o Italia se habla de laicismo y de lo mala y alienante que es la religión mientras en la mentalidad anglosajona (y también su masonería), lo creais o no, las ideas "Dios" y "Libertad" van cogidas de la mano (cuando un profano va a ser iniciado en el Rito de Emulación, se apela a Dios unido a la Libertad... con la ayuda de Dios, pues es libre...) No hace mucho me encontré a un reverendo anglicano con mandil de gran oficial de la Gran Logia Provincial de Valencia, con su traje talar, su alzacuellos y su mandil... Pero claro, proviene de una sociedad donde se la libertad de intepretación religiosa se mama desde que se niño.

La Iglesia, al oponerse a la pertenencia de católicos a la masonería, es sencillamente coherente consigo misma. Otra cosa es que haya católicos que lo veamos de otra manera y consideremos la tolerancia como algo fundamental pese a quien pese. De todas formas, las cosas como son, el tema de las excomuniones es más serio de lo que parece, y para que se inicie un proceso de excomunión ya debe haber algo gordo. Hay mucha gente que se pone como Cruella DeVille por el tema de si la ICAR permite o no ser masón cuando, como decía, ni es obligatorio ser católico, ni ser masón.
Última edición por Mozard el Sab Feb 16, 2008 5:33 pm, editado 1 vez en total.
Aurora
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Mensaje por Aurora »

Creo que habría que diferenciar entre la jerarquía católica y los católicos. La jerarquía católica dicta unas directrices y los católicos sinceros suelen vivir su catolicismo como les sale del corazón, coincida o no con las directrices oficiales.

La jerarquía católica reprueba la Masonería, y hay Logias llenas de católicos.
La jerarquía católica reprueba que un católico practique meditación zen, y muchos católicos lo hacen, incluso han ido maestros zen a impartir enseñanzas de meditación a algunos monasterios de monjes católicos.
La jerarquía católica no ve con buenos ojos la práctica del yoga, y tiene que aceptar que cada vez más fieles lo practiquen.
La jerarquía católica no acepta el chamanismo y otros cultos tradicionales, y la gente sigue practicando un sincretismo religioso maravilloso.

Es la vida. No hay forma de obligarla a plegarse a una norma que no coincide con sus propias leyes (las de la naturaleza) :wink:
Si a un sector de la jerarquía católica les hace feliz condenar la Masonería, allá ellos. Otra cosa es que los católicos les hagan caso. Y no digamos los no católicos :wink:

Un abrazo :D
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joaquimvillalta
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Mensaje por joaquimvillalta »

Encuentro enormemente interesante el tema que se introduce sobre la libre interpretación de Dios dentro del contexto histórico-cultural que menciona el Q.·. H.·. Mozard en contraposición a la que de Él hace la ICAR.
Dicho tema genera a su vez la reflexión sobre conceptos que pueden coexistir sin entrar en contradicción: la defensa del laicismo por parte de visiones masónicas deístas. En el fondo recordemos que el laicismo supone la independencia del hombre o de la sociedad, y más particularmente del Estado, respecto de cualquier organización o confesión religiosa, que yo matizaría más bien como eclesial concretamente.
El desarrollo profundo de esta acepción nos conduciría, sin duda alguna, a plantear la denominada religiosidad desde una perspectiva no vinculada a Iglesia alguna. Sin duda cabría matizar la común confusión engendrada por la final ambivalencia interpretativa del término "religión" referido a un determinado y prefijado "sistema religioso", comúnmente establecido en determinada "Iglesia" o "grupo particular". Desde este punto de vista afirmamos que la Masonería no es ninguna Religión. No obstante al reflexionar sobre el concepto de religiosidad en masonería, debemos valorar la acepción del término referido a su sentido etimológico de "religare" o "religatio", en su sentido de ceñir más estrechamente a su practicante con su concepto trascendente y personal que puede, por que no, ser su concepto de divinidad, sin por ello quedar mediatizado, fanatizado o sometido. En definitiva, es su cualidad de perfeccionamiento interior y su interacción con el entorno lo que nos dará el real valor evolutivo en el individuo.
La citada religiosidad podría remitirnos a una tradición iniciática, situada fuera de todo sistema confesional, aportando toda una herencia de normas morales y de conducta individual y social, así como sus prácticas rituales destiladas con el paso de los siglos como consecuencia del propio " solve et coagula " que nos deja por decantación su esencia.

Personalmente poco me afecta si esa excomunión no es de facto y se trata de estar "solamente" en "pecado mortal", dado que me uno a esa percepción e interpretación libre de "mi" interrelación con el GADU, que como ya he apuntado, trasciende a cualquier sistema eclesial concreto o determinado en forma o jerarquía (concepto este último de sumisión que no reconozco, dado que conceptualmente me aterroriza en vez de liberarme).

TAF

Prof. Joaquim Villalta
Franz
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Aurora
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Mensaje por Aurora »

En varios sitios católicos he encontrado este mismo texto:
(Ej: Catholic.net)
Qué dice la Iglesia de la Masonería

La oposición de la Iglesia a la Masonería se fundamenta en:

-Su violación del Primer Mandamiento. Los masones tienen un concepto de la divinidad opuesto al de la revelación judeo-cristiana. No aceptan al Dios Trino, único y verdadero. Su deidad es impersonal. El falso dios de la razón.

-Su violación del Segundo Mandamiento. El grave abuso de los juramentos en nombre de Dios. Formalmente invocan la deidad en sus ritos de iniciación para sujetar al hombre, bajo sanciones directas, a objetivos contrarios a la voluntad divina,

-Su rechazo a la Iglesia Católica, la cual intenta destruir. (Su objetivo de destruir la Iglesia está ampliamente documentado).

Los principales puntos de confrontación, tras el Vaticano II:

* El Gran Arquitecto del Universo es un concepto abstracto no un Ser personal.
* La moral masona no está ligada a ninguna creencia religiosa en particular; se trata de una moral subjetiva.
* El antropocentrismo propio del humanismo masón choca con el teocentrismo cristiano.
* La doble moral masona que pregona la libertad absoluta pero exige juramentos iniciáticos e impone normas tremendamente estrictas a sus miembros.
* La autonomía de la razón masona frente a la relación fe-razón de la Iglesia.
* El esoterismo y el sincretismo masón que pretende nivelar todas las religiones dándole a Jesucristo el papel de gran maestro al mismo nivel que Buda, Mahoma, Zoroastro, etc. pero eliminando su divinidad.
* La ambiguëdad masona que implica que no es posible conocer la verdad, frente a la revelación cristiana.
También se citan otros documentos papales contrarios a la Masonería y la encíclica Humanum Genus, escrita por León XIII en 1884.
martinmarten
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Unas notas

Mensaje por martinmarten »

Mozard escribió:De todas formas, las cosas como son, el tema de las excomuniones es más serio de lo que parece, y para que se inicie un proceso de excomunión ya debe haber algo gordo.
Es tan serio, que si eres excomulgado en realidad en vez de las calderas de pedro botero te recalientan en un horno de pirólisis.
Mozard escribió:La Iglesia, al oponerse a la pertenencia de católicos a la masonería, es sencillamente coherente consigo misma.
Esto es asi. Sin mas.
Mozard escribió:Otra cosa es que haya católicos que lo veamos de otra manera y consideremos la tolerancia como algo fundamental pese a quien pese..
Entonces no se es católico, se es cristiano, mas o menos próximo al catolicismo, pese a quien le pese. No obstante los católicos tenemos una puerta para ser masones, algo compleja, pero la tenemos.
Mozard escribió: Actualmente un masón no está excomulgado por ser masón. Sencillamente está en pecado mortal y por ello no puede comulgar.
Es lo mismo y no es lo mismo. Lo que ya no se excomulga, sea masón o no, es con la latae sententiae la iglesia actualmente solo admite ferendae sententiae y la verdad no veo a nadie promoviendo esto para ninguna causa.

Sin embargo, el pecado grave, es en si misma la no admisión a la comunión cristica y de facto el no acceso a los sacramentos, lo que sin ser una excomunión latae sententiae la pena para el católico es la misma.

Sin embargo un católico, ante el tribunal canónico de Rota Romana puede hacer su declaración privada de un acto que no considera pecado para si, en este caso, ser masón, la Rota Romana no contesta, por lo de de facto se elimina la posibilidad de un proceso de ferendae sententiae aunque no de la imposibilidad de comunión por pecado grave.

Al no haber tenido respuesta, basta confesión para acceder de nuevo a la comunión.
Mozard escribió:De todas formas, y quizá porque paso demasiadas horas al día con extranjeros y también asisto a tenidas de ingleses cuando puedo, no puedo evitar tener la sensación de que esto es un coletazo más de una batalla ciclópea que sucedió hace siglos: la Reforma y Contrarreforma. La ICAR se enrocó en la interpretación monolítica de Dios y la religión mientras en buena parte de Europa se daba por sentada la libertad de interpretación de la Biblia y de Dios. Quizá por ello entre la masonería de países como Francia, España o Italia se habla de laicismo y de lo mala y alienante que es la religión mientras en la mentalidad anglosajona (y también su masonería), lo creais o no, las ideas "Dios" y "Libertad" van cogidas de la mano (cuando un profano va a ser iniciado en el Rito de Emulación, se apela a Dios unido a la Libertad... con la ayuda de Dios, pues es libre...) No hace mucho me encontré a un reverendo anglicano con mandil de gran oficial de la Gran Logia Provincial de Valencia, con su traje talar, su alzacuellos y su mandil... Pero claro, proviene de una sociedad donde se la libertad de intepretación religiosa se mama desde que se niño.
Ojo, libre según la reforma de la protesta la libertad es libertad de interpretar la biblia mas allá del “yugo” del Papado, no nos equivoquemos que los puritanos protestantes de librepensadores tenían poco, si me permites la broma (pese a ser tesis católica), salieron del “error” del Papado para entrar en el error de cada interpretador de la Santa Biblia.

Por otro lado, el laicismo no tiene nada que ver con esto, el laicismo es la independencia económica, administrativa y funcional de las diferentes iglesias de los diferentes estados. Laicismo que la Iglesia Católica ha combatido, salvo corrientes concretas y no va a permitir que ocurra, pese a mi opinión personal, ya sabemos que:

“La Iglesia para mayor gloria del Señor siempre está al lado de los fuertes” Lope de Aguirre

Y hoy en día los fuertes son los estados que tienen el dinero.

Juan Olmo, MM, GLE
Mozard
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Mensaje por Mozard »

Sin embargo, el pecado grave, es en si misma la no admisión a la comunión cristica y de facto el no acceso a los sacramentos, lo que sin ser una excomunión latae sententiae la pena para el católico es la misma.
Esto no lo comparto...
Última edición por Mozard el Dom Feb 17, 2008 10:29 am, editado 1 vez en total.
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Ricard
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Mensaje por Ricard »

Yo pregunto: ¿Importa lo que la jerarquía católca opine sobre la masonería? Ya que ser judío o musulman trae infinidad de problemas, pregunto ¿ser católico sirve para algo? Ayer, hablando con unos geólogos profesores unversitarios, de religión musulmana, defendían la creación o creacionismo contra la evolución, sosteniendo que en el caso de que la ciencia contravenga lo escrito en el Coran, consideraban las teorías científicas como hipótesis y aceptaban lo escrito por Dios. El catolicismo por su parte mantiene como dogmas de fe la transubstanciación, el fuego eterno, la resurrección de la carne y la ascensión en cuerpo y alma de la Virgen Maria, además de la propia virginidad de María. ¿Puede un francmason sostener una actitud semejante? ¿Se puede argumentar con la lógica y a la vez sostenerse en la FE? Es más, ¿existió Jesús? Si existió, ¿fue un Mitra judío? ¿tiene algún parecido con el de los evangelios?
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Mensaje por Mozard »

Ricard escribió:
El catolicismo por su parte mantiene como dogmas de fe la transubstanciación, el fuego eterno, la resurrección de la carne y la ascensión en cuerpo y alma de la Virgen Maria, además de la propia virginidad de María. ¿Puede un francmason sostener una actitud semejante? ¿Se puede argumentar con la lógica y a la vez sostenerse en la FE?
Me ha gustado mucho esta cuestión porque es posiblemente el principal escollo que un creyente debe resolver en su camino hacia la fe. Personalmente creo que hay dos prototipos de fe: una, la del que acepta lo que le enseñan como si fuese una película de Hollywood con milagros y efectos especiales sin atreverse a cuestionarlo por miedo a que se venga abajo el castillo de naipes, y otra el que se dedica a ponerla en cuestión arriesgándose a quedarse sin suelo bajo los pies, y pese a ello y tras mucho darle vueltas sigue creyendo.

Seguramente una de las causas de que el contenido de la fe católica rechine tanto al sentido común es que se enseña totalmente fuera de contexto y sin análisis histórico. Por ejemplo, la resurreción de Lázaro. Cuando se hablaba de "muerto" en el contexto palestino del Siglo I, en terminología esenia significa "no creyente". Cuando Jesucristo dice "ven conmigo y deja que los muertos entierren a los muertos", está diciendo "ven conmigo y deja que los no creyentes entierren a los no creyentes". Claro, este matiz no se nos enseña desde el púlpito, y entramos en una historia de resurrección mal entendida, con un fuerte componente mágico. En general no somos conscientes de que los hebreos del siglo I escribían de una forma muy distinta a la nuestra, y vamos hoy en día y pretendemos tomarlo como un atestado, cuando hay que saber manejar ese lenguaje, que además fue escrito tras pasar varias décadas de transmisión oral. Lo mismo se puede decir de las Bodas de Canaan, de claro componente iniciático y que no tenían nada de bodas. Sencillamente interpretamos lo que leemos con nuestra perspectiva moderna, que es muy distinta a la original, y por eso vamos atentando aún más contra el sentido común.

Otra cuestión a desbrozar es el hecho de que el pequeño universo judío donde Jesús vivió estaba inmerso en un mar de abrumadora cultura griega, y ello obligó a los primeros cristianos a aceptar las reglas del juego paganas para intentar defender la fe cristiana. El tema de la virginidad de María es un ejemplo de ello. Como los dioses solían nacer de madre virgen, Cristo no podía ser menos. Este es un dogma muy controvertido para los mismos católicos, aprobado muy tardíamente (Siglo XIX) e insostenible para muchos teólogos, entre ellos Tomás de Aquino, que no lo compartía.

Referente al tema de la transubstanciación, ahí lo que sucede, en mi opinión, es que no se puede racionalizar lo que pertence exclusivamente al mundo de la fe (personalmente creo que la razón, sacada de su ámbito de utilidad, no es sino una forma de dogmatismo más). La verdad no es necesariamente lo demostrable ni racional ni empíricamente. Ya que hablamos de transubstanciación, tomemos el cáliz de vino. ¿Qué es una copa de vino? Agua con elementos orgánicos, principalmente alcohol etílico. Pero para mí como amante del vino puede ser un líquido embriagador. Para una alcohólico en fase de rehabilitación esa copa de vino encarnará el demonio que tiraniza su alma. Desde un punto de vista gnóstico, ese vino encarna la comunión del hombre y la tierra, y desde un punto de vista de fe, la sangre del Redentor. Todas estas afirmaciones responden a su propia lógica y son verdaderas cada una en su plano, siendo inútiles si se intentan aplicar a los otros.

Una de las razones por la que cierta clase de creyentes tiene miedo de que se cuestionen las sagradas escrituras es porque intentan apuntalar racional e históricamente su fe, cuando la fe es algo que, en mi opinión, pertenece a una esfera totalmente distinta, y el que cree debe asumir que no encontrará nunca un soporte terrenal para ello. Seguramente si hubiésemos podido introducir una videocámara en el Santo Sepulcro, se viese lo que se viese, sería irrelevante para la fe. Incluso aunque se hubiese filmado una Resurrección tipo Hollywood no serviría, porque los milagros son más engorrosos de lo que uno se cree, y más que impulsar a la gente a creer la dejan flipando y sin saber a qué atenerse. Al final, nos movemos por fe, por la nuestra y por la que vivieron otros que nos precedieron hace ya veinte siglos y nos dejaron constancia de aquello.

Lo de tomarse en serio el creacionismo... bueno, una barbaridad como otra.
Aurora
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Mensaje por Aurora »

Comprendo que la Iglesia católica hable de transubstanciación, pero yendo a los Evangelios leemos lo siguiente (Marcos, 14, 22 a 25):
Y mientras comían, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio divciendo:
"Tomad, Este es mi Cuerpo".
Tomando luego un cáliz, dio gracias, se lo dio a ellos y bebieron de él todos, y les dijo:
"Esta es mi sangre del testimonio, que va a ser derramada por muchos. En verdad os digo que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día en que lo beba de nuevo en el reino de Dios"
Los Evangelios no hablan en ningún momento de transubstanciación, esa es una explicación posterior, Jesús no dijo que se transformase el pan y el vino.
Uno de mis amigos budistas es un veterano practicante zen y da una explicación muy diferente a este episodio. Para él, debe interpretarse desde el punto de vista de un ser humano plenamente evolucionado. El iluminado es uno con todas las cosas, todo lo que existe es su cuerpo y su sangre.

El pasaje evangélico puede interpretarse como la expresión de un ser humano vivenciando la Unidad del Todo. Desde ese punto de vista (desde el Centro), su cuerpo es el pan que come, el vino que bebe, el aire y la Tierra toda.
Expresa además su certeza de la proximidad de su muerte y su comunión en el Reino de Dios. No define ese Reino de Dios.

Las interpretaciones son muchas. Mozard ha expresado la suya, y no es la única.
Una cosa es la doctrina de la Iglesia Católica y otra el catolicismo que practican los católicos. Hay un catolicismo caduco y otros catolicismos vivos e iluminadores.
A fin de cuentas, cada ser humano somos un mundo. Desde mi punto de vista cada persona es una expresión única de lo que Es, y buscando en nosotros nuestra verdadera esencia, lo de menos son las herramientas que utilicemos, pues lo que nos empuja al conocimiento de lo que somos ya está en nosotros.

Se sea o no creyente, católico, ateo o sufí, si nuestra sincera intención es sacar a la luz nuestra piedra pulida, lo haremos con cincel, con piedra de sílex, o con la púa de una guitarra: lo que tengamos a mano, pero si ponemos nuestro empeño y trabajamos, de ahí saldrá una buena piedra para el Templo Universal. :lol:

Un abrazo :D
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Ricard
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Mensaje por Ricard »

En general no somos conscientes de que los hebreos del siglo I escribían de una forma muy distinta a la nuestra, y vamos hoy en día y pretendemos tomarlo como un atestado, cuando hay que saber manejar ese lenguaje, que además fue escrito tras pasar varias décadas de transmisión oral.
Si se trata de recurrir a la ciencia histórica, el personaje Jesús no existió, és simplemente una leyenda. No se ha conservado ningún testimonio contempráneo de los hechos, ni escrito, ni referencia de algún historiador, ni una figurilla de cerámica, ... nada; lo cual es bastante sorprendente teniendo en cuenta que el personaje supuestamente realizó prodigios y que, según cuentan los Evangelios, armó un revuelo considerable nada menos que en Jerusalén. Por no referirme a las contradicciones de los Evangelios apócrifos, o las propias contradicciones de los Evangelios canónicos. En definitiva, tiene las mismas probabilidades de haber existido que Apolo, Orfeo o Dionisos, y menos que el Ulises de la Odisea. Recomiendo la lectura de "Los Misterios de Jesús", de Timothy Freke y Peter Candy.

Por lo que respecta a la cristología i creencias alrededor de los Misterios, yo respeto a las personas y a sus muletas, no soy ateo pero soy un masón libre y no respeto las creencias si, como la cristiana, pienso que se basan en errores, y porque además pienso que han hecho más mal que bien a la Humanidad.

Pero en este caso se trata del catolicismo y, siguiendo mi mensaje anterior, lo que yo señalaba no eran citas bíblicas, sino dogmas de fe que todo católico debe creer, arriésgándose en caso contrario a la excomunión. Y, por cierto, contra lo que hace unos años parece estar de moda, no existen varios catolicismos, aunque, por supuesto, cada cual puede pensar como mejor le parezca y le convenga. Me parece más claro que el caldo de un asilo que el catolicismo es la Iglesia católica, incluyendo su historia, su dogmática y su jerarquía; y sin todo ese bagaje un supuesto católico no es católico: es otra cosa, quizás un cristiano, tan respetable en su pràxis cmo se quiera, pero el catolicismo es el que gira entorno al dogma y los obispos; y no es otra cosa.
Es algo parecido a querer ser masón sin pertenecer a una Obediencia, ni a una Logia, ni querer asumir la Tradición masónica.
Torquemada

Mensaje por Torquemada »

Ricard escribió:
Si se trata de recurrir a la ciencia histórica, el personaje Jesús no existió, és simplemente una leyenda. No se ha conservado ningún testimonio contempráneo de los hechos, ni escrito, ni referencia de algún historiador, ni una figurilla de cerámica, ... nada; lo cual es bastante sorprendente teniendo en cuenta que el personaje supuestamente realizó prodigios y que, según cuentan los Evangelios, armó un revuelo considerable nada menos que en Jerusalén. Por no referirme a las contradicciones de los Evangelios apócrifos, o las propias contradicciones de los Evangelios canónicos. En definitiva, tiene las mismas probabilidades de haber existido que Apolo, Orfeo o Dionisos, y menos que el Ulises de la Odisea.
Por lo que respecta a la cristología i creencias alrededor de los Misterios, yo respeto a las personas y a sus muletas, no soy ateo pero soy un masón libre y no respeto las creencias si, como la cristiana, pienso que se basan en errores, y porque además pienso que han hecho más mal que bien a la Humanidad.
A ver de no haber existido Jesús en carne y hueso dudo bastante que hubiera surgido ese nuevo movimiento religioso en el que aparece él como personaje mitificado y principal.
Lo que pasa es que seguramente no tendría la transcendencia tan grande que se le dio, simplemente fue un personaje más de los muchos que había, imagíante que constaran escritos de todos los personajes similares que había en la época, nos volveríamos majaretas.
Cristo fue un personaje más y mitificado como tal por un nuevo concepto religioso judío que derivó más tarde en una heregía dentro del judaismo religioso, solamente que no tubo tanta transcendencia como nos imaginamos.
La prueba más palpable de que existió Jesús en carne y hueso es precisamente como dices los evangelios oficiales y no oficiales, más que nada pq no tiene sentido que se le intente dar una imagen u otra a un personaje que presuntamente no había existido.

De quien si tenemos referencias histórica fiables es de la existencia del Bautista, donde Flavio Josefo lo definía como una especie de revolucionario social y religioso, y más adelante ese mismo historiador dice "más tarde otro mal vino a nuestro pueblo" y nombra a Jesus pero no comenta nada de él.

Al fin y al cabo toda esta movida sobre la que estamos hablando me recuerda mucho a la existencia o no de Mahoma como tal, los musulmanes jamás se pondrán a indagar si hay datos históricos o no, de su existencia o de sus hechos si fueron verdad o no. No solamente por un dogma de fe, sino pq para los musulmanes lo importante es el mensaje. Llegaron incluso a destruir la presunta tumba del profeta (aunque la definición de Mahoma no es realmente profeta es mensajero, pero no tenemos en castellano traducción para la palabra que utilizan los árabes para definirlo). El caso destrozaron la tumba y esparcieron los restos por el desierto pq mucha gente iva a rendirle culto al profeta Mahoma al lugar donde teoricamente estaba enterrado, y eso para el Islam es una herejía pq es como idolatrar a una persona por encima de Dios y olvidar o dejar de lado el mensaje.
Ricard escribió:
Por lo que respecta a la cristología i creencias alrededor de los Misterios, yo respeto a las personas y a sus muletas, no soy ateo pero soy un masón libre y no respeto las creencias si, como la cristiana, pienso que se basan en errores, y porque además pienso que han hecho más mal que bien a la Humanidad.
Pues para definirse como una persona libre y que respetas, te has cubierto de gloria, no deja de sorprenderme que toda persona que tenga una creencia religiosa digas que tiene una cojera llamémosle........... filosófica o mental, sinceramente con esa incoherencia no tengo palabras.
Como dijo Jesulín "en dó palabra im, prezionante"

Una persona puede ser atea y sin embargo pese a no tener esa muleta que tu dices ser un mentecato. Pq las limitaciones que tenemos los seres racionales que tengan un coeficiente intelectual normal no las ponen las relgiones sino que se las ponen a sí mismos, exactamente lo mismo le puede pasar a un ateo.

Ese mal que tu dices no lo han hecho las religiones, sino las capas de poder que han existido en diferentes épocas y lugares que han instrumentalizado la religión, no hace falta ser muy avispado para ver esa realidad tan aplastante.

Del mismo modo siguiendo las ideas que posteas en ese mismo post, podríamos llegar a la conclusión por consiguiente de que un masón está cojo y lleva una muleta, por pertenecer a un grupo y a una tradición o mensaje o idea o llámalo como lo quieras llamar.
Lo que me sorprende por consiguiente es que según tu, un creyente esa cojera crónica si que la tiene y un masón no la tiene no se sabe pq, aunque en ambos casos ambas personas pueden pertencer a una institución o grupo jerarquizado que le marca unas pautas mínimas de conducta.

Torquemada
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Ricard
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Mensaje por Ricard »

Escribe Torrquemada
... sinceramente con esa incoherencia no tengo palabras.
Pues menos mal.

No era mi intención entrar en debate personal con nadie. Los que somos reconocidos como masones hemos aprendido, o deberíamos haber aprendido, a debatir cualquier idea sin acudir al terreno de lo personal. Forma parte del método.

Podemos estar de un poco equivocados a equivocados totalmente, pero tenemos el derecho a la libertad de expresión y, por supuesto, nadie tiene el derecho a menospreciarnos porque no esté de acuerdo con nuestras ideas expresadas con respeto a las personas.

A partir de este punto, el que tenga Fe en el Cristianismo y sus variantes, y le pueda ofender mi excepticismo, le ruego que simplemente no siga leyendo.

Solamente quiero dejar claro que no tengo porqué pasar por aceptar creencias que me parecen infundadas, que es lo que me sucede con el Cristianismo, simpemente porque hay quien afirma que "todas las ideas son respetables", lo cual no es cierto. Jesús, como personaje bíblico, es una leyenda, como la de Gilgamesh, o como Sidharta, construida con trozos de leyendas y mitos de otras tradiciones, en una época de profunda crisis del mundo civilizado y con cientos de miles de esclavos desesperados.
Al menos será así hasta que se demuestre lo contrario, de lo cual me alegraré sinceramente. Pero Mahoma, como Moisés o Zoroastro, es un personaje histórico.
Para no entrar en más detalles, la famosa cita de Flavio Josefo hace años que se considera una interpolación piadosa de algún monge copista.
Pero, de todas maneras, todo ésto no tiene nada que ver con la Fe, porque si somos capaces de creer en la Sagrada Concepción, en los milagros, en la resurreción o en la Infabilidad del Papa, también podemos tranquilamente creer que Dios todopoderoso, omnipotente, etc. se hizo hombre del planeta Tierra, de religión judía, y todo lo demás. Proeza la cual, por cierto, ya había supuestamente realizado Mitra, al nacer de una Virgen, morir por la humanidad y resucitar al tercer día, llevandose consigo a su madre al cielo para toda la eternidad. El cual, por parecidos argumentos, también debió existir.

Ante un problema grave de difícil o imposible solución, la diferencia entre un creyente y un no creyente, es que el creyente se apoya en dos muletas: la Razón suele ir primero y después, si no funciona, la Fe, aunque a veces se contradigan mtuamente; y a un no creyente únicamente le sostiene la Razón.
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"Toda afirmación general es falsa ... incluida ésta" David Hume
Torquemada

Mensaje por Torquemada »

Ricard escribió:
No era mi intención entrar en debate personal con nadie. Los que somos reconocidos como masones hemos aprendido, o deberíamos haber aprendido, a debatir cualquier idea sin acudir al terreno de lo personal. Forma parte del método.
Inevitablemente entrarás en un debate personal cuando dices que una persona por el hecho de ser cristiana o creyente está más limitada que tú por el hecho de tener tal creencia religiosa.
Cuando dices "los que somos reconocidos como masones hemos aprendido o deberíamos aprender a debatir cualquier idea sin acudir al terreno personal", pues me parece muy bien pero una de dos o no aplicas la teoría o sencillamente no te la has aprendido.


Torquemada
Última edición por Torquemada el Lun Feb 18, 2008 5:26 pm, editado 1 vez en total.
Yaiza

Mensaje por Yaiza »

Una curiosidad sobre el cristianismo:

Una interesante teoría:

La razón por la que todas estas narrativas son tan similares, con un dios-hombre que lo crucificaron y que fue resucitado, que hace milagros y tiene 12 discípulos, es que estos cuentos fueron basados en los movimientos del sol a través del cielo, un desarrollo astro-teológico que se puede encontrar a través del planeta porque el sol y las 12 muestras del zodiaco se pueden observar alrededor del globo. Es decir Jesús Cristo y todos los otros sobre quién este carácter esta fundado son personificaciones del sol, y la fábula del evangelio es simplemente una repetición de una fórmula mitológica que gira alrededor de los movimientos del sol a través del cielo.

Por ejemplo, muchos de los salvadores del mundo crucificados tienen su cumpleaños tradicional el 25 diciembre. Esto es porque los antiguos reconocieron que (desde una perspectiva geocéntrica, en el hemisferio norte) el sol realiza su descenso anual hacia el sur hasta el 21 o 22 de diciembre, el solsticio del invierno, cuando se detiene su movimiento por tres días y después comienza a moverse hacia el norte nuevamente. Durante este tiempo, los antiguos declararon que el "dios sol" "había muerto" por tres días y "ha nacido de nuevo" el 25 de diciembre. Los antiguos creyeron absolutamente que para la abundancia era necesario que el sol vuelva cada día y que estarían en apuros si el sol continuara moviendo hacia el sur y no invirtiera su dirección. Así, estas muchas diversas culturas celebraron el "cumpleaños del dios sol" el 25 de diciembre 26. Las características del "dios sol" son como sigue:

· El sol "muere" por tres días del 22 de diciembre, el solsticio del invierno, cuando para en su movimiento hacia el sur, que nacerá de nuevo desde el 25 de diciembre, cuando reasume su movimiento hacia el norte.
· En algunas áreas, el calendario comenzó originalmente en la constelación de virgo, y el sol por lo tanto "sería nacido de una virgen."
· El sol es la "luz del mundo."
· El sol "viene en las nubes, y cada ojo lo verá."
· El sol que se levanta por la mañana es el "salvador de la humanidad."
· El sol lleva una "corona de espinas."
· Los "seguidores" o "discípulos" del sol son los 12 meses y los 12 signos del zodiaco, a través de las cuales el sol debe pasar.

Al contrario de la creencia popular, los antiguos no fueron una porción ignorante y supersticiosa que creyó realmente que sus dioses sean personajes literales. Los eruditos verdaderos entre ellos estaban bien enterados de que sus dioses eran de naturaleza astronómica y atmosférica. Platón y Sócrates conocían seguramente que Zeus, el dios del cielo que emigró a Grecia de la India y/o de Egipto, nunca era una persona verdadera, a pesar del hecho que los Griegos han señalado en Creta una cueva del nacimiento y una cueva de la muerte de Zeus.

La etimología cuenta la historia

Zeus, también conocido como "Zeus Pateras," de quién creemos ahora irreflexivamente que era un mito y no una figura histórica, toma su nombre de la versión india, "Dyaus Pitar." Dyaus Pitar alternadamente se relaciona con el "Ptah" egipcio, y de Pitar y Ptah vienen la palabra "pater," o "padre." "Zeus" es igual a "Dyaus," que se transformó en "Deos," "Deus" y "Dios." "Zeus Pateras," como Dyaus Pitar, significa, "dios el padre." Obviamente, Zeus no es un carácter histórico. Dyaus Pitar se convierte en "Júpiter" en la mitología romana, y no es además representativo de un carácter real, histórico. En mitología egipcia, Ptah, el padre, es el dios-fuerza no visto, y el sol fue visto como apoderado visible de Ptah que trae vida eterna a la tierra; por lo tanto, el "hijo del dios" es realmente el "dios sol." De hecho, según Hotema, el nombre mismo de "Cristo" viene de la palabra "Kris" (como en Krishna), que es un nombre para el sol.

Además, puesto que Horus fue llamado "Iusa/Iao/Iesu" el "KRST" siglos antes de cualquier personaje judío con nombre semejante, sería seguro asumir que Jesús Cristo es simplemente una repetición de Horus. El título "Cristo" en su forma hebraica significa "Ungido" ("Masiah"), fue poseído por todos los reyes de Israel, así como "siendo comúnmente asumido por todo tipo de impostores y de prestidigitadores y pretendientes a comunicaciones sobrenaturales, que la pretensión a él es en el evangelio mismo considerado como uno indicación de impostura.". Hotema indica que no adoptaron al nombre de "Jesús Cristo" formalmente en su actual forma hasta después del primer consejo de Nicea, es decir, en 325 C.E.

En realidad, los topónimos y las denominaciones de muchos otros personajes en el nuevo testamento se pueden revelar como traducciones hebreas de los textos egipcios.

Como ejemplo, en la fábula de "Lázaro," la momia levantada de los muertos por Jesús, los imitadores cristianos no cambiaron su nombre mucho, "El-Azar-us" que era la momia egipcia levantada de los muertos por Horus posiblemente 1.000 años o más antes de la versión judía. Es este cuento una alegoría para el sol que se mueve a través de la "constelación de la momia," trayéndole la luz y vida. No es una historia verdadera.

El enemigo principal de Horus - originalmente la otra cara o aspecto "oscuro" de Horus - fue "Set" o "Sata," de dónde viene "Satanás." Horus lucha con Set de la manera exacta en la cual Jesús lucha con Satanás, con 40 días en el yermo, entre otras semejanzas. Esto es porque este mito representa el triunfo de la luz concluida la oscuridad, o la vuelta del sol para relevar del terror de la noche.

"Jerusalén" significa simplemente la "ciudad de la paz," y hay razón de sospechar que la ciudad real en Israel fue nombrada después de que la ciudad santa de la paz en los textos sagrados egipcios que existían ya cuando la ciudad fue fundada. Asimismo, "Betania," sitio de la multiplicación famosa de los panes, significa la "casa del dios," y es una alegoría para la "multiplicación de los muchos del uno." Cualquier ciudad con esa designación fue nombrada probablemente como un lugar alegórico en los textos que existían antes de la fundación de la ciudad. El precursor y contraparte egipcia es "Bethanu."

Y hay mucho más material :wink: :wink:

Un fuerte abrazo.
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