acabo de encontrar en la plaza principal de mi comunidad una escultura donada por la gran logia de occidente... me gustaria que me platicaran algo de esta.. solo tengo este dato y el año que en este momento no lo recuerdo... les agradeseria ya que mis unicos contactos relacionados con la masoneria son ustedes.
Querida Gaby:
No indicas la ciudad, así que he buscado a ciegas. No he encontrado ninguna "Gran Logia de Occidente", si una Gran Logia Occidental en tres países:
hola trate con las paginas que me diste pero nada . los datos de la escultura que esta en tlajomulco de zuñiga jalisco es donada por la gran logia mexicana de occidente en el año antes mencionado tambien pregunte al jefe de archivo historico pero no me dio mucho. agradeceria si alguien me platica algo.
Hola Gaby, he seguido mirando y no he encontrado nada. Finalmente no nos dijiste el año:
solo tengo este dato y el año que en este momento no lo recuerdo...
A ver si conocer el año nos ayuda.
También podría ayudar si nos dices qué representa la escultura, si es un personaje histórico, quién es, o qué es. También el lugar donde se encuentra: si es una plaza, el nombre de la plaza, o el jardín donde está...
Un abrazo
Por regla general, cada pueblo, villa y ciudad en México tiene una estatua, busto, calle, escuela, colonia o parque dedicado a Benito Juárez. La fecha que citas es, por supuesto, la de su aniversario de natalicio (21 de marzo), por cierto, muy próximo a su primer centenario de fallecimiento (1872).
La Gran Logia a que hace referencia es la Gran Logia Occidental Mexicana, del estado de Jalisco. No es raro que las Grandes Logias o incluso, una Logia Simbólica regular o un grupo de estas, haga o mande hacer una estatua a este prócer mexicano que, desde luego, fue masón y uno de los más distinguidos que ha dado México... al menos en el terreno político. Cada 21 de marzo y 18 de julio, los masones de todo el país, en mayor o menor grado, participamos en los actos conmemorativos de Benito Pablo Juárez García.
Desconozco la foto, ya que nunca he ido a Tlajomulco de Zúñiga. No sé decirte algo más o despejar tus dudas en algún sentido diferente a lo que he mencionado.
Espero haber sido de utilidad.
"Se ha visto a personas morir por haber pisado el agua y el fuego; jamás se ha visto morir a nadie por haber pisado el Camino de la Virtud". Proverbio Taoísta
Fraternal y sempicordialmente:
Vuestro H:.
Héctor Ortega C.
LA HISTORIA DEL KIOSCO, LA PLAZA Y EL JARDIN JUAREZ
DE TLAJOMULCO DE ZÚÑIGA
En nuestro país las plazas públicas son los espacios predilectos para el ocio y la sociabilidad. Estos espacios abiertos por lo general están enmarcados con jardines, plantas ornamentales, árboles, estatuas, monumentos, fuentes, andadores radiales y bancas que le dan un aspecto muy peculiar a cada localidad. La plaza de Tlajomulco, mejor conocida como Plaza de Armas Lic. Benito Juárez no es la excepción. En ella destaca un Kiosco porfiriano, octagonal, con canteras empotradas, cancel de hierro forjado, adornos con figuras de dragones, lámparas esféricas, un techo festonado con iluminación y duela.
La plaza de Tlajomulco esta rodeada por una serie de edificios históricos, como el Ayuntamiento, la Unidad Administrativa, la Casa de la Cultura y el Mercado Municipal. Aquí también se encuentran tres monumentos, el propio de Eugenio Zúñiga, el busto de Emiliano Zapata y Benito Juárez. Es un espacio destinado a la historia y a la memoria de nuestros próceres.
Para entender la plaza en su justo vamos a remitirnos a sus orígenes partiendo de la historia. A los españoles correspondió la fundación de los pueblos de indios y el diseño de plazas publicas cuadradas o rectangulares. Al emperador Maximiliano le debemos la construcción del primer kiosco en el zócalo de la ciudad de México. El gobierno republicano de Benito Juárez promovió el culto a la personalidad de nuestros héroes ilustres, preclaros e insignes. Esta política continúo con los gobiernos que lo sucedieron con el objeto de forjar una memoria única, nacional y homogenizadora. Finalmente, al porfiriato le debemos la construcción de plazas ornamentales con jardines y kioscos para recibir con gran solemnidad el aniversario y primer centenario de la Independencia de México. Pero comencemos desde el principio.
Cuando los españoles incursionaron el Occidente de México fundaron varias ciudades de españoles y para españoles entre ellas San Miguel Culiacán, Compostela y Guadalajara, pero fue hasta 1546 cuando el Rey de España Carlos V ordenó la fundación de pueblos de indios. Este momento marca suerte de Tlajomulco.
A Fray Antonio de Segovia se le atribuye la fundación de Tlajomulco en su sitio actual, además, para el trazo de este pueblo se siguieron los lineamientos de los urbanistas más avanzados de la época. En el diseño de este nuevo asentamiento humano se tomaron en cuenta las ideas de Hipodamo, Vitrubio, San Agustín, Santo Tomás, Francisco Eximenic, Leonardo Da Vinci y Alberto Durero.
El modelo de ciudad que se implantó en nuestro país fue totalmente diferente al que se llevo a cabo en Europa, aquí importaba la armonía, el orden, la estética y la línea recta. En Europa las plazas se encontraban en las entradas o salidas de la ciudad y las calles eran verdaderos laberintos.
Los españoles que llegaron a América tenían un ideal de ciudad “La Jerusalén celestial” y con esta utopía diseñaron los espacios abiertos y cerrados, los edificios públicos, administrativos y religiosos. El Apocalipsis de San Juan sirvió de inspiración para el diseño de la plaza pública, la iglesia, el hospital, el cementerio, el convento y demás estructuras territoriales.
Parafraseando a San Juan la Biblia nos dice en su capítulo veintiuno “El ángel me llevó a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del cielo de la presencia de Dios. La ciudad brillaba con el resplandor de Dios; su brillo era como el de una piedra preciosa, como una piedra de jaspe, transparente como el cristal…La ciudad era cuadrada; su largo era igual a su ancho. El ángel midió con su caña la ciudad: media dos mil doscientos kilómetros; su largo, su alto y su ancho eran iguales”.
En la historia de Jalisco varios documentos hacen referencia al pueblo de Tlajomulco desde el año 1548, por lo tanto es muy probable que su fundación haya ocurrido en el año anterior, hacia 1547. Otro dato muy interesante lo aporta Fray Antonio Tello cuando afirma que hacia 1577 Fray Francisco Tenorio planto 116 naranjos agrios, este dato revelador nos permite afirmar que los árboles de naranjos agrios que circundan la plaza tiene 428 años. Hasta 1987 estos árboles también se encontraban en la calle Juárez pero en aras de una mayor modernidad fueron eliminados para poner en su lugar álamos, los que no duraron lo suficiente a causa de las plagas.
Durante la época colonia la plaza de Tlajomulco fue un espacio abierto destinado a la venta de alimentos, era un punto focal para presenciar procesiones, desfiles y espectáculos. Fue un lugar para el encuentro, para socializar y jugar. Seguramente fue de tierra firme, por que la erosión mantuvo al terreno a la altura de las fincas que la circundan, lo que no ocurrió con el Templo del Hospital en donde la barda perimetral mantuvo a este terreno en otra altura.
A un costado del Templo del Hospital hubo un cementerio, pero anterior a este probablemente hubo otro, por que en la historia oral los vecinos de la plaza reportan que han encontrado huesos y esqueletos completos. Por otra parte parte, los archivos de la parroquia dan cuenta que hacia 1814 el señor cura JoséMaría Barruelo adquirió un terreno en la parte noreste para instalar un nuevo cementerio. En aquella época el pueblo estaba asolado por la fiebre amarilla y no era conveniente que los cadáveres fueron enterrados al centro de la población.
En el siglo XIX llego la Independencia de México. Rotos los lazos con la corona española sobrevino la división de los mexicanos, unos se proclamaron como liberales, otros enarbolaron la bandera de los conservadores. En Tlajomulco hacia 1832 el Ayuntamiento de Tlajomulco hizo un llamado a sus habitantes para unirse en contra de los tiranos al grito de “Federación o Muerte”. Luego, en 1857 en esta plaza pública el Ayuntamiento de Tlajomulco juro con la mayor solemnidad la Constitución del Estado de Jalisco. El edificio municipal contaba entonces con una sala consistorial, un cuartel, la habitación del alcalde y un cuarto para los archivos. En la plaza había ocho puestos para el comercio y una plaza de toros.
Con el triunfo Republicano los espacios públicos de México se convirtieron en espacios para la memoria, en 1861 se ordenó a todos los empleados públicos llevar luto por tres días por la muerte del benefactor de la educación Manuel López Cotilla. También se ordenó a todos los ayuntamientos coloquen la foto del ex gobernador Pricialiano Sánchez para que “Todos quieran imitar sus virtudes”. Al año siguiente se realizaron honras fúnebres por el “malogrado joven Ignacio Zaragoza”.
Luego viene el gobierno del emperador Maximiliano de Habsburgo y aunque era conservador, con sus acciones muestra tendencias liberales. En 1865 inaugura la estatua de Morelos en la Plaza de Guardiola. En este mismo año mando construir el primer kiosco en el zócalo de la ciudad de México para que en este lugar la banda de la armada austriaca ejecutará sus interpretaciones musicales.
Como se sabe, Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo eran enemigos acérrimos. Que lástima que no se pusieron de acuerdo por que además de sus ideas brillantes, ambos eran liberales.
A mediados de 1867 comenzó el periodo histórico que se conoce como la Restauración de la República. En 1868 en el pueblo de Tlajomulco y en esta plaza pública se celebró con gran pompa el Aniversario de la Independencia de México. El 18 de julio de 1872 muere el Lic. Benito Juárez, en ese mismo mes el congreso del Estado lo declaró “Benemérito y Gran Héroe de Jalisco”. En 1873 también en esta misma plaza se realizaron actos y eventos para conmemorar “El primer aniversario de la muerte del Gran Reformador”.
Con el Porfiriato continuó la edificación de espacios dedicados a la memoria colectiva. En este periodo, en Tlajomulco se construyó un jardín público, con vegetación y ambulatorios. A este jardín se llamo primero Jardín Corona, en memoria del militar y político mexicano Ramón Corona, arteramente asesinado en 1899 en la explanada del Teatro Degollado. Ramón Corona fue partidario de Benito Juárez, hacia 1866 organizó un ejercito de 8,000 hombres con el que derroto a los soldados franceses en muchos encuentros. La historia oral refiere que era visitante asiduo de Tlajomulco, por lo tanto no extraño que a su muerte la plaza llevara su nombre.
El 21 de marzo de 1906 el país celebra el primer centenario del natalicio de Benito Juárez, para conmemorar este hecho en Tlajomulco se le cambia el nombre a la plaza pública por el de Jardín Juárez. La plaza contaba entonces con veinticinco bancas de fierro. En esta época también comienza la construcción del kiosco y el trazo de los actuales andadores. Hacia 1908 al kiosco se le agregaron los barandales porfirianos en hierro forjado y en 1911 terminaron los trabajos de la cúpula, coincidiendo los trabajos con la celebración del primer centenario de la Independencia de México. Por cierto, como parte del homenaje nacional el ayuntamiento acordó nombrar a la calle que se encuentra al borde de este jardín calle Centenario.
Anécdotas de la plaza, su comercio fijo y ambulante, sucesos relevantes y la vida de las familias que vivían en este polígono durante la primera mitad del siglo XX, podemos encontrarlas en el libro “Tlajomulco desde sus raíces” (1985) obra magistral de Jesús Gerardo Villegas. El último ensayo esta dedicado a la plaza, sin embargo, el escritor pasa por alto una anécdota que se sigue contando, de generación en generación en la historia oral. Hacia 1935 estando como presidente municipal Inocencio Guzmán, el alcalde quito al jardín sus bancas de hierro forjado para instalarlas en Santa Cruz de las Flores, su tierra natal.
Cuatro años después, el 17 de julio de 1939 el Congreso del Estado dispuso que nuestro municipio llevara en lo sucesivo el nombre de Tlajomulco de Zúñiga, en memoria del general revolucionario Eugenio Zúñiga. Para confirmar este suceso las autoridades municipales erigieron al centro de la plaza un busto para el héroe revolucionario. En aquella época el jardín contaba con hidrantes públicos, una especie de terminales de agua potable. Hasta donde se sabe esta obra fue promovida con el patrocinio del presidente de la República Lázaro Cárdenas del Rió.
La plaza de Tlajomulco de Zúñiga vuelve a ser noticia en 1964 con la visita que realiza la primera dama Eva Samano de López Mateos. La esposa del presidente de la República inaugura el piso de concreto, las bancas de material, el telégrafo, el teléfono, el primer mercado municipal y el centro de salud. Para este evento el alcalde Pedro Parra Centeno instala el telefunken, un equipo de sonido fijo a través del cual se emiten canciones, baladas rancheras y música de la época. Este aparato fue adquirido en la tienda de accesorios Electro Acústica en la ciudad de Guadalajara en Miguel Blanco 360.
En este año, otro suceso causó honda impresión en los habitantes de Tlajomulco. Entre el nuevo mercado municipal y el Templo del Hospital se instaló una carpa que presentó funciones de payasos, malabaristas y animales exóticos. De este circo se escaparon los tigres y en las calles las personas corrieron a sus casas. Los dueños del circo buscaron a los animales por “cielo, mar y tierra”, finalmente, encontraron a los animales en casa de Marquitos Cornejo y Teresa Cárdenas, en la calle Juárez Sur número 6. Aquí estaban los animales jugando con Martín, un niño de seis meses. Dicen que el niño salvo la vida porque los tigres acababan de comer.
Seis años después, el 21 de marzo de 1970 en la plaza de armas la Logia Masónica de Occidente instaló el busto al Benemérito de las Américas Lic. Benito Juárez García. Al año siguiente el presidente municipal Epigmenio Riestra Esquivel embelleció los jardines con rosales y otras plantas de ornato.
En 1976 en la administración presidente municipal Roberto Villegas, se construyó la explanada de la presidencia municipal, se instalaron las fuentes de cantera y para favorecer la iluminación se colocaron lámparas de vapor de mercurio y vapor de sodio. Aun quedan están lámparas como signo inequívoco y como mudos testigos de aquellas obras que ofrecieron una cómoda ilusión de modernidad.
Con la iluminación la plaza se convirtió en espacio predilecto para el ocio, el descanso y el esparcimiento dominical. Recordemos las serenatas dominicales en la administración del ex alcalde José Luis Barrera Gómez.
Otras obras importantes ocurrieron entre 1981 y 1985 en la administración de la señora Amparo Villegas y la que corresponde al joven contador Ernesto Díaz. En este período, se cerraron las calles que cruzaban el centro, sobre ellas se instaló adoquín en color rosa, se realizó la ampliación de la plazoleta del héroe revolucionario, el gobierno emprendió la demolición del viejo mercado municipal, para edificar en este lugar una fuente de cantera. Las autoridades también quitaron la estatua de cuerpo completo de Eugenio Zúñiga y en su lugar se construyó un nuevo mercado municipal, (frente al denominado Teatro Villegas). En la plaza de armas se realizó la remodelación y reconstrucción de la casa de la cultura. Todas estas fueron obras públicas que mejoraron los espacios abiertos y el entorno visual del Jardín Juárez.
Este periodo también se constituye como la época de crisis de la plaza de armas como espacio público para el encuentro, la diversión y la recreación. Los jóvenes abandonan la añeja costumbre de dar vueltas los domingos por la noche, ahora se van a los salones de bailes y las discotecas, los adultos se dispersan, en la recién inaugurada plazoleta Eugenio Zúñiga, en el mercado municipal y en las jardineras que se colocan en las calles Hidalgo y Juárez.
La plaza también ha sido el espacio para disturbios y manifestaciones políticas de resonancia estatal, en 1985 y 1988 en este lugar presenciamos memorables zafarranchos por la designación del candidato del PRI a la presidencia municipal, y en 1993 aquí se congregaron cuatro mil personas en señal de protesta porque la basura de la zona metropolitana sería recibida por el municipio de Tlajomulco. Esta ha sido sin lugar a dudas la manifestación más notable a favor de la ecología y el medio ambiente.
Los cambios más significativos que ha tenido la plaza pública en los últimos doce años se los debemos a los siguientes alcaldes, Juan Hernández Rosales instaló las rejas y los barandales de los jardines, Antonio Sánchez Ramírez remodeló la presidencia municipal, sustituyendo el enjarre por cantera y agregándole un bacón al edificio , también, restauró el kiosco colocándole en el techo iluminación y duela, Manuel Guzmán embelleció la vegetación con plantas y árboles, también mandó levantar un montículo para colocar en su cima, (alegoría del Tepeyac) la imagen de la Virgen de Guadalupe; finalmente, el 12 de junio del año 2003 el patriota Guillermo Sánchez colocó el busto de bronce de héroe de la revolución mexicana Emiliano Zapata Salazar. El monumento fue obra del escultor Juan José Méndez Hernández.
Actualmente, aunque el crecimiento urbano ha contribuido a la dispersión social y a la creación de nuevas centralidades, la Plaza de Armas Lic. Benito Juárez en Tlajomulco de Zúñiga sigue siendo el corazón neurálgico de la ciudad y el espacio que desarrolla las más diversas actividades. En este lugar se fomenta el comercio, la cultura, la vida social, la administrativa pública y política local. Sigue siendo un espacio memorable, un lugar de signos y símbolos, de significados y significaciones.
A la plaza los transeúntes y usuarios, vienen a socializar, a encontrarse con los amigos, a comer, a simular que esperan algo o a alguien. Muchos vienen descansar, a leer, a dormitar, a observar, a comprar golosinas, otros vienen a caminar, a saludar a los político, a trabajar, o simplemente, vienen para disfrutar de una celebración de índole cultural o cívico.
En nuestro caso en este día 21 de marzo del 2005 nos hemos reunidos para memorar el 199 aniversario del natalicio de Benito Juárez García y por supuesto, también estamos festejando la edificación del kiosco, elemento ornamental y secular, que se constituye para los tlajomulquences, como monumento de unidad, orgullo e identidad regional