Creo que las explicaciones que da Mozard en su mensaje pueden ser la clave de este asunto. Estoy de acuerdo en que las personas que prefieran trabajar en una Logia unigénero tengan esa posibilidad,.
Un posible problema es cuando la coquetería entra en juego, y aparecen en la logia minifaldas y escotes exagerados. Resulta muy complicado concentrarse en el trabajo masónico (yo no he inventado las reglas de este mundo, pero todos estamos sujetos a ellas). Esta situación, guste o no, sucede.
Me sorprende bastante este hecho, pues un trabajo en Logia es el menos adecuado para llevar ese tipo de atuendo. Ya que Mozard asegura que se da el caso, pienso que se puede tratar de mujeres muy jóvenes que no son conscientes del hecho. Trabajo con personas jóvenes y a veces me sorprende la escasa ropa que llevan las jóvenes con toda naturalidad. También me sorprende la naturalidad con que aceptan el hecho los varones jóvenes. Es otra mentalidad, aceptan con naturalidad la diferente fisiología, están acostumbrados.
Encuentro una fácil solución si el problema se da: decirlo. Se dice tranquilamente que un escote desconcentra, se habla y se llega a un acuerdo. Seguramente la mujer no era consciente de que producía distracción y agradece que se le diga.
Otro posible problema, y para mí muy importante, es que las personas somos más espontáneas cuando estamos entre las de nuestro mismo sexo que no cuando hay hombres y mujeres juntos. Entonces, la máscara freudiana aparece y las apariencias ganan peso. En un entorno donde se tiene que trabajar a corazón abierto, la presencia del sexo opuesto es un adulterante.
En mi Logia no es así, son todos (y todas) más claros que el agua, nadie se corta un pelo. Puedo afirmar que el trabajo sincero y espontáneo en una Logia mixta es posible y muy enriquecedor. Es más, después de lo visto no entiendo los miedos y la prevención de las personas que trabajan en Logias unigénero y prejuzgan la mixticidad como problemática.
En un entorno donde se tiene que trabajar a corazón abierto, la presencia del sexo opuesto es un adulterante.
Cualquiera que haya hecho una terapia de grupo sabe que se puede trabajar a corazón abierto con cualquier persona, independientemente del género, edad, ideología, etc.
El trabajo en Logia exige una sinceridad plena, es un trabajo más profundo, pero también se da en un entorno adecuado en el que se puede expresar el sentir de cada cual sin "máscaras freudianas".
Si pese a todo una persona observa que no es capaz de expresarse plenamente, puede decirlo tranquilamente y ayudado por sus hermanos llegar a desbloquearse.
Creo que la solución no es huir del problema, sino observarlo, analizarlo y encontrar el modo de superarlo.
la logia un círculo íntimo donde se da, se recibe y se espera más que del mundo profano. Y el sociograma de un grupo masculino es absolutamente distinto del de un grupo femenino o un grupo mixto. Las relaciones que pueden surgir entre un grupo de, pongamos, diez hombres, nada tienen que ver con las que surgirían en un grupo de diez mujeres o cinco hombres con cinco mujeres. Que no tiene por qué ser considerado mejor o peor, pero sí necesariamente distinto.
Aquí me debo perder algo

Soy aprendiz, pero en lo que llevo trabajado no he encontrado nada que pudiera verse desde este punto de vista. Al menos en mi Logia, las relaciones entre los hermanos no tienen que ver con el género de cada cual.
No sé, quizás me pierda algo
Otra cuestión es que el método y simbolismo masónico ha sido creado por hombres y para hombres. ¿Es posible que el mismo método sea adecuado también para las mujeres? ¿Las diferencias psicológicas entre hombre y mujer podrían recomendar que hubiese un rito más específico para mujeres? ¿Son aplicables las mismas herramientas? En buen parte sí, pero no creo que esto sea cierto al 100%. Hombres y mujeres son muy muy diferentes.
Estas preguntas también me las planteaba siendo profana, pero ahora no entiendo que se las pueda plantear un hermano. Si te parece, querido Mozard, podemos tratar el tema a cubierto, porque no veo que los símbolos ni el rito tengan algo inadecuado para una mujer.
Ya dirás a cubierto qué herramientas no son aplicables en las mujeres, servidora usa las mismas que mis hermanos y en la misma forma, practico el mismo ritual...
No sé. A veces pienso que en las reticencias hacia la mixticidad hay miedos detrás, y eso no es problema de la Masonería, ni del ritual, ni de las herramientas. Es mi humilde opinión.
Agradezco mucho a Mozard su intervención, pues su apertura en debatir el tema le honra y además permite avanzar en el diálogo
Un gran abrazo
