La tradición masónica española

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Sòcrates

La tradición masónica española

Mensaje por Sòcrates »

Se comenta que la primera logia masónica española que se abrió en el continente europeo después de constituirse la Gran Logia de Inglaterra en 1717, fue la de la Tres Flores de Lis nº 51,en Madrid (España) por el Duque de Wharton.

Podría esto dar a entender la tradición masónica española, por otro lado palpablemente cuestionable dada la perspectiva latente. No debería tenerse solo en cuenta las vicisitudes externas mediante decretazos políticos de la época que duraron 40 años, sino lo acaecido posteriormente, y al regreso de México en 1977 donde se renuevan intenciones poco duraderas debido a la primera división de GOEU, GLE, GLSE, GLCB, GOE, GLH, GLFE, etc., además de las obediencias de otros países, y más obediencias libres que no enumeraré ni comentaré.

La cuestión sin duda está en el desarraigo social que ocasionaron los 40 años, pero es innegable que existen otros enfoques, ello debería llevarnos a la reflexión.

Un saludo

Sòcrates
Sòcrates

artículo de prensa

Mensaje por Sòcrates »

El Confidencial
Martes, 26 de diciembre de 2006
Esteban Hernández

Para Pepe Rodríguez, autor de Masonería al descubierto (ed. Temas de hoy), “la crisis es muy importante y profunda dentro de la masonería de tradición inglesa o regular”. Lo es en España, pero también en Inglaterra, aunque allí se note menos ya que el número de masones y su imagen social está en las antípodas de lo que sucede en España. En ambos casos falla el modelo estructural y funcional de la masonería que se practica, que parece desfasada a muchos y no atrae a gente joven; concientes de este problema en la GLUI (Gran Logia Unida de Inglaterra) ya se han comenzado a dar discretos cambios para modernizar las estructuras y caminar hacia un cambio generacional”.

En España, el problema se vería agravado por “la mala imagen social que tiene la masonería por obra del franquismo sociológico y del nacionalcatolicismo, y por las muchas y profundas rencillas y errores que han debilitado a la GLE (Gran Logia de España) desde 1982 hasta hoy mismo (momento de gran tensión y de luchas internas que puede traducirse en una inminente escisión)”.
Aurora
Maestra Masona
Mensajes: 4194
Registrado: Lun Sep 10, 2007 6:26 pm
Obediencia: Grande Oriente Ibérico

Mensaje por Aurora »

He encontrado en la red un documento que está en el Archivo Histórico Nacional de Salamanca, es el texto que se daba al profano que quería solicitar su ingreso en la Masonería, antes de la guerra civil española de 1936. Es este:
ANTIGUO TEXTO PRESENTADO AL PROFANO QUE SOLICITABAN SU INGRESO
«Deseando la Sociedad Masónica que todo el que manifieste interés en pertenecer a ella, se libre del riesgo de sufrir un desengaño, y queriendo ofrecer a tiempo oportuno una prueba de su buena fe, considera justo dar a los aspirantes ideas exactas, tanto para que se instruyan en el verdadero objeto de la Sociedad, cuanto para que desechen las vulgaridades que corren de boca en boca, y que hacen formar de ella conceptos erróneos y absurdos que ridiculizan a quien es capaz de concebirlos.

La Sociedad, cuando se le ofrece un candidato, se cree en el derecho de examinar su vida y costumbres: con tal propósito, tan luego como se le presenta una propuesta, nombra una Comisión especial, que haga las investigaciones convenientes, sin perjuicio de los esclarecimientos que practican todos sus miembros. Si los informes que adquieren son desfavorables, la Sociedad toma mayor empeño en averiguar las cualidades del profano, y resultando nuevamente desfavorables y probados con la claridad del día, entonces el nombre del individuo propuesto no vuelve a resonar entre los masones. Si, por el contrario resultan favorables los informes, se procede a una votación secreta por bolas blancas y negras, en la cual las segundas se excluyen. En este caso la negativa no ofende, pues basta que un miembro crea que el propuesto no encontrará en la Masonería lo que apetece, para que le niegue su voto.

La Masonería no se propone satisfacer ningún interés mezquino, ninguna mira egoísta. Su objeto, es altamente noble; su misión, exclusivamente humanitaria. Ella trabaja para fomentar el progreso moral, la caridad y filantropía de todos los hombres de recta conciencia y de buenas costumbres.

Pretender incorporarse en el seno de la Masonería por intereses privados o por objetos particulares, sería un absurdo; y efectuarlo sin encontrar en sí toda la abnegación que la Masonería demanda, es un engaño.

La Masonería tiene secretos fundados en la razón y en la justicia, que no pueden penetrarse, y juramentos que no pueden quebrantarse; pero ni unos ni otros se oponen en lo más mínimo a la religión, las leyes, ni a la moral.

El aspirante que intente su ingreso o incorporación por curiosidad, no consigue su objeto, porque los misterios en que está envuelta la Masonería, y que forman sus secretos, se van comunicando por grados, que se contienen después de muchas pruebas de fidelidad al que más lo merece y nunca lo solicita.

El que se liga con un juramento y lo quebranta, no infiere daño alguno a la Sociedad, el mal recae solamente sobre él, que no ha tenido bastante constancia para cumplir el deber que voluntariamente se impuso.

La Masonería no exige de sus miembros la abjuración de sus principios religiosos, ni osa penetrar en sus dogmas peculiares.

La Masonería no necesita poderosos; pero tampoco admite en su seno personas que no tengan una ciencia, arte, oficio o renta con que poder atender a las necesidades de su familia, y, sin menoscabar estos primeros deberes, un pequeño sobrante para hacer frente a los gastos de la Sociedad y socorrer a los necesitados.

La Masonería no llenaría su grande objeto de fraternizar la especie humana, si admitiese discordias, pleitos y riñas entre sus miembros; toda la diferencia debe arreglarse entre ellos mismos, antes de apelar a personas extrañas, así es que si el candidato encontrase después de admitido, algún individuo con quien no estuviese en buena armonía, está obligado a deponer su resentimiento, considerarlo como su amigo y darle el abrazo fraternal. Si la desavenencia es litigiosa, expondrá sus fundamentos entre los jueces de la Masonería, para que ellos le presten la justicia que demanda, antes de acudir a los tribunales profanos.

Exige también la Masonería una parte del tiempo de sus miembros para la asistencia a sus reuniones o para el desempeño de alguna comisión, y esto no puede negarse sin una causa legítima y poderosa.

Por último, el que aspire a proponerse como candidato, debe ejercitar la temperancia, ser industrioso y aplicado a su profesión, fiel a su Jefe o Maestro, practicar la virtud, partir su pan con el necesitado y no comer el de otro sin pagarlo, enseñar el verdadero camino al viajero extraviado, huir del juego, de la embriaguez, de la usura y de todos los vicios que condenan la moral y, finalmente, prestar a sus hermanos cuantos socorros, auxilios y protección le permitan sus circunstancias.

El aspirante que penetrado de estas bases, se encuentre capaz de llenar cumplidamente el objeto, pondrá su firma a la declaración que sigue:

Yo………………… de mi libre y espontánea voluntad, y bajo mi palabra de honor, me ofrezco como candidato a la Sociedad Masónica. Soy natural de………………….. provincia de …………..de estado…………. Profesión…………… Nací el….. de….. de……. De religión…………. vecino de………. empadronado en calle de………..
……. De……… 19..

Firma del aspirante»



Programa Masónico presentado a los profanos cuando solicitaban su ingreso o iniciación en la Masonería. Fuente: Archivo Histórico Nacional de Salamanca. Ejemplar conservado en el Expediente Personal de Cristóbal Zaragoza García, Leg. 334/6.
Un abrazo :D
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