
Un menor ingresa en un centro de reforma por darle una paliza a un compañero y filmarlo con el móvil. Una educadora le pregunta:
-¿Por qué lo grabaste?
-Porque me gusta ver como grita.
Este testimonio recogido en diciembre del 2007 en este blog: http://violencia-iecs.blogspot.com/2007 ... ms_03.html, indica el perfil del niño o menor violento.
Ignoro lo que ocurre en otros países, y espero que ustedes aporten información al respecto, pero en España actualmente hay una generación de adolescentes que cometen actos violentos por puro capricho y la causa hay que buscarla en la mayoría de los casos en la no-educación recibida en casa.
Muchos padres no educan a sus hijos, quizás por comodidad, por ignorancia o por superprotección del niño. Los niños llegan del colegio y encienden el televisor. No tienen ninguna oblicación, se lo dan todo hecho: comida, limpieza, necesidades y caprichos, sin tener que colaborar, en muchos casos, en ninguna tarea doméstica.
Son niños mimados, superprotegidos que exigen sus derechos (lo que está muy bien), pero no cumplen con sus obligaciones (lo que trae serios problemas).
En la ciudad donde vivo, el invierno pasado, un adolescente al que sus padres no dejaron salir de fiesta un sábado por la noche, armo una gran pelotera y en la pelea con sus padres terminó arojando un mueble por la ventana. Suerte que el mueble no golpeó ni a sus padres ni a ningún viandante, dada la hora.
En España, cada vez más, se da el maltrato de los hijos hacia los padres y abuelos cuando se les niega sus deseos o se les regaña.
El niño, el adolescente, se ha convertido en un tirano que actúa a capricho y no le importa recurrir a la violencia para conseguir sus deseos.
Los profesores viven acobardados, muchos han sido agredidos por alumnos e incluso por los padres que superprotegen a los niños y no aceptan un suspenso. Así que un buen número de profesores, para evitarse problemas, aprueban a casi todo el mundo.
Los jóvenes llegan a la universidad sin preparación, acostumbrados a ser aprobados simplemente por calentar el asiento con el trasero y acostumbrados a protestar si suspenden, enviando recursos y quejas a la delegación de educación, que por cierto, la mayoría de las veces da la razón al alumno para evitarse complicaciones y tener que hacer más papeleo.
Estas cuestiones educativas parecen importar poco a la sociedad en general, "es problema de los profesores, allá ellos", pero a la par, estos niños y adolescentes no se limitan a estudiar poco y tiranizar a sus padres. Inconscientes o insensibles, ejercen la violencia sobre los demás como si fuese una broma, como si jugasen a un videojuego, simplemente por placer.
Así se ha dado el caso, hace pocos días de varias agresiones sexuales a niñas. El 2 de julio en Baena (Córdoba), cinco menores y un joven abusaron sexualmente de una niña de 13 años. En Isla Cristina, Huelva, una niña disminuída psíquicamente también fue agredida sexualmente por siete adolescentes. El 23 de Julio, en El Cañuelo, Córdoba, un chico de 16 años fue detenido por violar a otra menor...
Ante esta escalada de violencia hay quien se plantea modificar la ley del menor y adelantar la edad penal a los 12 años.
¿Será eficaz la medida? ¿La solución está en los tribunales? ¿Convendría hacer responsables a los padres, de algún modo, en el comportamiento violento de sus hijos? ¿Ocurre esto mismo en otros países o solo en España?...
Un abrazo
