Esto es así porque no siempre tuvieron Carta Patente las Logias, y en los primeros tiempos las Logias no estaban adscritas a ninguna Obediencia.
La Carta Patente legitima desde el punto de vista administrativo. Sin embargo no garantiza que los valores e ideales que se sostenían al momento de recibirla, o que posibilitaron su obtención, sean respetados.
Es decir, una Logia pudo recibir una Carta Patente en su momento, conservarla, y haber perdido con el paso del tiempo los valores que la sustentaban.
También pueden existir, y en algunos países existen muchas Logias que realizan un gran trabajo masónico y cultivan grandes valores y no poseen Carta Patente.
Aportaré el comienzo de un escrito de Iván Herrera Michel, masón del grado 33º sobre la Carta Patente y ustedes pueden hacer sus aportaciones al respecto.
Este no es un hilo para dar nombres concretos de Obediencias actuales, y mucho menos para caer en un debate sobre "regularidad" o "irregularidad" de tal o cual Obediencia. Se trata de dar una información general al respecto:
http://www.gluv.org/Trabajos%20y%20Traz ... ATENTE.htm
Un abrazo
¿ES NECESARIA UNA CARTA PATENTE?
Iván Herrera Michel, 33º
La tradición de expedir una Carta Patente a las Logias y Grandes Logias surge en el siglo XVIII en el seno de la Gran Logia de Londres a similitud de los títulos o despachos que solían expedir los monarcas para el goce de un privilegio, la practica de un arte u oficio, o el ejercicio de un derecho, entre ellos el de libre asociación, el cual no era reconocido como inherente a la calidad humana, sino que se adquiría por concesión graciosa del poder real. Y estos documentos se exhibían por sus destinatarios, precisamente, para demostrar, que se estaba autorizado para el ejercicio, goce o práctica en exclusiva de una materia en particular.
Cuando surge la Gran Logia de Londres en 1717, se constituye por sí y ante sí. Sin necesidad de una Carta Patente, más, como su nacimiento se presenta dentro del marco de la controversia de los Hannover, recién instalados en el trono británico tres años antes, y los pretendientes Estuardos, se adopta el sistema de Cartas Patentes para identificar y ejercer primacía sobre las Logias de su corriente.
Pronto se empezaron a crear Logias y Grandes Logias en otros reinos bajo la jurisdicción y apoyo de la Gran Logia de Londres, a las cuales se les expedía una Carta Patente. La primera de las nuevas asociaciones que recibió este documento fue la Gran Logia Francesa, fundada en 1728, y por esta vía se propagó la tradición bajo el entendido de que la entidad Masónica que gozara de una Carta Patente podía a su vez otorgársela a otra, y esta a su vez a otra más, y así indefinidamente, conformándose durante los siguientes tres siglos una maraña de relacionamientos, reconocimientos, amistades, regularidades, tratados, etc., que mucha veces atentaron contra la soberanía de las Obediencias.
Tampoco cuentan con Carta Patente, entre muchas otras, Grandes Logias de la trascendencia de la de Irlanda, fundada en 1725 y tenida por la historia oficial como la segunda en el mundo, ni la de Escocia, fundada en 1736 cuando los Masones no operarios se encontraban lo bastante numerosos como para crearla a semejanza de la especulativa de Londres. Existen muchos otros casos similares...
