1.-Ayudare a mi esposo en la noble misión que se ha propuesto llevar acabo: es decir forjar una sociedad feliz para todos.
2.-Aprenderé a ser discreta en el actuar y en el hablar para no herir a mis semejantes.
3.-Tratare de ser amiga de mis hermanas no solo en la alegría, sino también en el dolor, en el triunfo o el fracaso, en el tiempo y la distancia.
4.-Ayudare hoy al amigo o al hermano necesitado porque mañana será tarde.
5.-No envidiare nada ni a nadie porque la envidia corroe el espíritu, y todo ser humano tiene su valor.
6.-Elogiaré las cualidades de mi amiga pero no propagaré sus defectos.
7.-Aprenderé que es más hermoso dar que recibir, dar pero no cosas materiales sino dar algo de mi misma.
8.-Seré grata con los demás porque la ingratitud es propio de seres negativos.
9.-Si ayudo a una hermana no pregonaré que lo hice; guardare dentro de mí la satisfacción de haberle llevado un poco de felicidad.
10.-Soy feliz de ser esposa de masón porque el me enseñó con su proceder que es mejor la sencillez que la soberbia, la generosidad que el egoísmo y que es mejor amar que odiar.
En muchos hogares, como el mío, es la esposa quien pertenece a la Masonería, por este motivo he cambiado el género con el fin de ofrecerle a mi compañero el decálogo espiritual para el esposo de la mujer masona. Es este:

1.Ayudare a mi esposa en la noble misión que se ha propuesto llevar acabo: es decir forjar una sociedad feliz para todos.
2.-Aprenderé a ser discreto en el actuar y en el hablar para no herir a mis semejantes.
3.-Tratare de ser amigo de mis hermanos no solo en la alegría, sino también en el dolor, en el triunfo o el fracaso, en el tiempo y la distancia.
4.-Ayudare hoy a la amiga o a la hermana necesitada porque mañana será tarde.
5.-No envidiare nada ni a nadie porque la envidia corroe el espíritu, y todo ser humano tiene su valor.
6.-Elogiare las cualidades de mi amigo pero no propagaré sus defectos.
7.-Aprenderé que es más hermoso dar que recibir, dar pero no cosas materiales sino dar algo de mi mismo.
8.-Seré grato con los demás porque la ingratitud es propio de seres negativos.
9.-Si ayudo a un hermano, no pregonaré que lo hice; guardaré dentro de mí la satisfacción de haberle llevado un poco de felicidad.
10.-Soy feliz de ser esposo de masona porque ella me enseñó con su proceder que es mejor la sencillez que la soberbia, la generosidad que el egoísmo y que es mejor amar que odiar.
Un abrazo
