En el artículo siguiente se hace eco del declive de la producción de petróleo en el área subsahariana: http://www.sanborondon.info/content/view/8000/35/Juan Jesús Bermúdez Ferrer.-
... Jean Lahèrrere, geólogo cofundador de ASPO, piensa que dependiendo de cómo de profunda sea la recesión hacia la que nos adentramos, así tendremos un declive también de la producción – hay proyectos que con precios “bajos” del petróleo no tiene sentido ponerlos en el mercado, porque cada vez cuesta más energía obtener petróleo en determinados ámbitos: aguas profundas, petróleos pesados, etc. Esa disminución puntual de producción estaría condicionada, más que por factores puramente de agotamiento geológico, por los recortes de producción ante la disminución del consumo, lo que podría incidir en un rebote posterior de la producción en unos años. Para algunos, ese rebote posterior sería señal de “que aquí no pasa nada”, por muchas evidencias que la realidad física esté mostrándonos sobre lo contrario. Claro que, a medio plazo, el rebote de producción, al que seguría el del consumo, se vería de nuevo con los límites, paralizando – como ahora – los crecimientos, en una espiral de permanente choque con el techo de extracción global del petróleo y los líquidos asimilables, lo que pone en un brete nada menos el reciente desarrollo de la globalización.
En ese escenario nos moveremos, probablemente, durante los próximos años: unas enormes oscilaciones de precios, que en última instancia reflejarán lo que cada uno puede llegar a pagar por el crudo, en competencia con otros, y con precios que tenderán a subir cada vez que se quiera recuperar la demanda; condicionado todo ello por la recesión global que reduce la necesidad de crudo, la escasez de inversión – inclusive en el ámbito petrolero – y unos yacimientos cada vez más pequeños de los que extraer, mientras se acelera el declive de los grandes yacimientos que soportan nuestro modelo económico (el World Energy Outlook 2008 de la AIE es sintomático en ese sentido), un modelo que como vemos, está siendo crecientemente cuestionado por los límites físicos.
Un abrazo
