Masonería... ¿elitista?
Publicado: Mar Ago 25, 2009 6:32 pm
Hay quien tiene la imagen de que la Masonería es un "club" elitista.
Hoy mismo he leído un artículo en un blog en el que cita a judíos y masones como grupos que se ven a si mismos como una élite y miran con cierto desdén a quienes están fuera.
Selecciono una parte de su comentario sobre los masones por si desean dar su opinión:
http://forochat.blog.com.es/2009/08/25/ ... e-6820614/
¿Piensan que miramos con desdén a los no iniciados?
¿Qué opinan de mantener en secreto la condición de masón de los hermanos que no desean hacerla pública?
¿De dónde nace la antipatía que algunos sienten hacia la Masonería?
Espero que este sea un diálogo fructífero en el que podamos contrastar puntos de vista y aprender todos de todos
Un abrazo

Hoy mismo he leído un artículo en un blog en el que cita a judíos y masones como grupos que se ven a si mismos como una élite y miran con cierto desdén a quienes están fuera.
Selecciono una parte de su comentario sobre los masones por si desean dar su opinión:
http://forochat.blog.com.es/2009/08/25/ ... e-6820614/
¿Creen que los masones tenemos complejo de élite?Existe la tendencia, en las personas, a estar desconformes con la sociedad que los rodea, a tratar de hacer algo para descollar por encima de la mediocridad y por último a unirse con quienes sienten, piensan y actúan como él. Por lo general esto redunda en la creación de grupos humanos que persiguen a priori fines muy nobles. El gran problema es que a partir de cierto momento empiezan a verse a sí mismos como una especie de élite y a menudo a mirar con cierto desdén a quienes se hallan fuera de su círculo, e incluso cuando no es así, el hecho de creerse más que las personas que las rodean les atrae inevitables antipatías.
Este prólogo viene a cuento porque hoy nos ocuparemos de los dos grupos que los conspiracionistas hacen subir al banquillo de los acusados: judíos y masones. En conjunto, unos y otros han tenido y tienen aspectos positivos, al margen de los cuales también han tenido importantes fallas originadas en la mentalidad elitista que mencionaba antes. Esas fallas, el prejuicio y otros ingredientes que iremos mencionando más adelante, han dado como resultado que, para un cierto número de personas, han pasado a ser, directamente, monstruos...
... Mencionábamos que los judíos tendían y tienden todavía a replegarse sobre sí mismos. Otro tanto podríamos decir en cierto modo de los masones, en cuyo caso medió otro factor que, cuando empezó a surgir el sentimiento antimasón, vino a echar más leña al fuego de cualquier prejuicio que pudiera existir contra ellos: el secretismo. Recordemos que en el tercer post de esta serie, al hablar sobre el satanismo de Anton LaVey, apuntábamos que éste en realidad no creía en el Diablo, y que implementó cierta liturgia en su Iglesia satanista sólo por considerar que el hombre necesita de la fantasía y el misterio. Los masones son, creo yo, una prueba más de que esto es absolutamente cierto. No obstante, vale la pena aclarar que, en sus orígenes, el secretismo de la masonería tenía un sentido más práctico. En efecto, la masonería surgió entre los canteros y constructores de la Edad Media. En sus orígenes, la Logia era el edificio donde durante la realización de una obra arquitectónica los trabajadores se reunían a comer, a discutir temas de interés en común y a trasmitirse sus conocimientos. Un simple asunto de competencia derivó en el hecho de que en la Logia se exigiera a los cofrades guardar silencio, para que sus conocimientos no salieran de allí y fueran aprovechados por otros grupos similares. Paralelamente, fue estableciéndose entre ellos cierta moral, que al menos algunos consideran nacida del hecho de que estos primeros masones eran los constructores de templos y, por consiguiente, se sentían muy vinculados a lo espiritual.
Ese secretismo subsistió incluso, tal vez por los motivos apuntados por LaVey al hablar de su iglesia satánica, cuando las Logias perdieron su sentido primigenio y empezaron además a admitir miembros no vinculados al gremio de la construcción, lo que aconteció a partir del siglo XVII. Muchos intelectuales y aristócratas se sintieron entonces atraídos por la masonería y, curiosamente, fue el propio secretismo uno de los mayores incentivos para sumarse a una logia, aunque el mensaje masón de fraternidad también influyó. Ya se ha dicho, el ser humano en general gusta de sentirse parte, de un modo u otro, de una élite, de un grupo que descuella por encima de los mediocres. Dado que los fines morales y espirituales de los masones eran y son muy elevados, en principio no es reprobable que este sentimiento lleve a alguien a querer ser masón. De hecho, en cierto momento ser masón llegó a ser visto como algo muy honorable. Pero desde el principio, él secretismo de la masonería les atrajo tantos enemigos como adeptos. Se los acusaba de comulgar con el Anticristo, de disfrazar orgías homosexuales encubriéndolas bajo la apariencia de reuniones masónicas, y cosas por el estilo. Además, sus ritos les atrajeron un adversario poderosísimo, la Iglesia Católica, que veía en ellos un culto que competía con su propia liturgia...
¿Piensan que miramos con desdén a los no iniciados?
¿Qué opinan de mantener en secreto la condición de masón de los hermanos que no desean hacerla pública?
¿De dónde nace la antipatía que algunos sienten hacia la Masonería?
Espero que este sea un diálogo fructífero en el que podamos contrastar puntos de vista y aprender todos de todos

Un abrazo


