El simbolismo masónico de Pinocho
Publicado: Lun Jul 20, 2009 1:36 pm

Carlo Collodi, masón, escribió en 1882 una novela titulada “Las aventuras de Pinocho”, en la que relata la historia de un viejo artesano que construye un muñeco de madera.
Esta simple historia aparece salpicada de consideraciones a la moral y a la evolución de la persona, haciendo de la narración un relato iniciático en el que Pinocho se va desprendiendo de sus muchos defectos y transformándose en un verdadero ser humano, un niño en este caso.
Benedicto González Vargas, un profesor y escritor chileno ha analizado la obra desde el punto de vista esotérico y masónico la obra, haciendo unas reflexiones que me parecen dignas de ser analizadas.
He recortado algunos párrafos del texto que pueden encontrar completo aquí:
http://pedablogia.wordpress.com/2009/07 ... o-collodi/
Si les parece podemos opinar hasta qué punto el relato de Pinocho se corresponde con la evolución del ser humano hacia alcanzar la plena "humanidad" como seres humanos completos y en concreto con nuestra propia evolución como masones.Gepetto, un viejo maestro que usa delantal, siempre soñó con tener un hijo, por eso que al ver brillar en el cielo la Estrella Azul pidió con todo fervor que su deseo le fuera concedido (esto equivale a contactarse con un nivel superior de consciencia). Aquella noche, mientras Gepetto dormía, hizo su aparición el Hada Azul y dio la vida al muñeco advirtiéndole que debía portarse bien para llegar a ser un niño de verdad (entendamos esto a partir de la idea de ser un hombre de verdad, otra idea inspiradora de las escuelas iniciáticas). Para que le aconsejase sobre su comportamiento nombró a Pepe Grillo como su consciencia (el trabajo consciente del desarrollo personal es también un ideal hermético).
No nos olvidemos que Pinocho fue un trabajo realizado a mano por el carpintero quien lo elaboró as partir de un leño, logrando crear un muñeco muy bueno gracias a su esfuerzo (en la masonería se trabaja dando forma a una piedra).
Gepeto construyendo a Pinocho
Los hilos que mueven el destino de los títeres son similares a los hilos del destino que nos mueven como personas, de aquí para allá y vioceversa, cuando no hemos desarrollado la consciencia. Así, entonces, Pinocho, falto de consciencia y sordo a las enseñanzas de Pepe Grillo (otro maestro) resultó ser amoral y tonto. Podría decirse que Pinocho tenía vida pero, sin embargo, carecía de libre albedrío pues estaba dormido, no usaba su conciencia, desconocía el sendero de la virtud y la liberación, era una suerte de ”muerto viviente”.
El esoterismo enseña que, lamentablemente, la mayoría de los seres humanos son como Pinocho, pues siguen el camino más fácil y no saben que existe algo mejor, algo que nos conecta con niveles superiores de conciencia...
... Pinocho es esclavo de sus “yoes”, esto es un ego hipertrofiado producto de distintos vicios que ha ido acumulando. Sus mentiras hacen que le crezca la nariz y más tarde orejas de burro. Esto es una alegoría física de todos los agregados psíquicos que lo acompañan.
Pinocho y Pepito Grillo
Una y otra vez Pinocho , por ley de causa y efecto, sufre las consecuencias de sus malas acciones, que lo llevan a una vida desgraciada, donde el muñeco paga con sufrimiento el karma que ha ido generando. Cuando la vida de Pinocho no podía ser más insoportable, es tragado por una ballena.
Este episodio, que recuerda nítidamente la historia bíblica de Jonás, viene a ser, en la simbología masónica la cámara de reflexiones, que representa el descenso al centro de la Tierra. que vivió incluso el propio Jesús, si creemos en las palabras de Mateo 12:40: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”. No olvidemos que el Hijo del Hombre también -al igual que Pinocho- era hijo de un MAESTRO carpintero.
Como en toda tradición esotérica valedera hay una muerte mística, a la luz de una vela, Pinocho medita sobre su destino y decide cambiar, dejando atrás su pasado de inconsciencia. Finalmente el muñeco es expulsado por la ballena y sale al mar abierto, donde el agua actúa como elemento purificador, limpiando interna y externamente a Pinocho.
Se dice que cuando alguien es sumergido en una corriente de agua, renace a una vida nueva. Esta costumbre es común en muchas tradiciones religiosas como en el bautismo cristiano. masónicamente, tiene que ver con la leyenda del tercer grado y el Mar de bronce.
Pinocho, sin embargo, no sobrevive a la furia del océano y finalmente se ahoga. Esta muerte del muñeco equivale a la muerte mística del profano al ser iniciado. En palabras evangélicas reciuerda la sentencia que está en Juan 3:3-10: “De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios (…) el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”.
Al volver a la vida, Pinocho pasa a un estado superior, donde adquirirá una humanidad plena (será un niño de verdad).
Vale la pena volver a ver “Pinocho” y descubrir el profundo contenido simbólico e iniciático de esta obra. Especialmente recomendable para quienes pertenecen a instituciones filosóficas herméticas como la Orden Masónica, Rosacruz, Gnóstica, Teosófica, Antroposófica, Biosófica, Metafísica y otras similares.
Pero para el resto de los mortales, que intentamos mantener una vida digna, enmarcada en límites morales más o menos estables, las aventuras de Pinocho también nos tienen mucho que decir, especialmente porque el muñequito se parece demasiado a nosotros.
prof. Benedicto González Vargas
Un abrazo



