Respecto al G.·. A.·. D.·. U.·.
Publicado: Jue Jun 29, 2006 3:59 pm
A pesar de mi condición profesional artística, a menudo recuerdo mi época de formación científica universitaria cada vez que leo o escucho opiniones de debate relativas al G.·. A.·. D.·. U.·.
Vaya por delante mi indiscutible respeto hacia todas las tendencias de opinión y diversas creencias sobre tan delicado tema. Aquí, solamente quiero transmitir, a modo de anécdota si se quiere, mi primer contacto con la Relatividad Especial de Albert Einstein.
Una vez introducido en la complejidad físico - matemática de esta “nueva” visión de la “realidad”, un hecho me quedó absolutamente claro: mi impotencia respecto a la tenencia de una presumible visión global del universo dada por mi limitada percepción dimensional. Por lo tanto, no todo aquello que como hombre no puedo visualizar con mis sentidos, implica necesariamente que no exista. Hoy en día, mucha gente –yo el primero- contempla verdades científicamente probadas que en cambio son incapaces de comprender o sentir en nuestro espacio dimensional. El método científico afirma su autenticidad, y sus efectos así lo demuestran. Pero son estas mismas realidades actualmente aceptadas, las que en un pasado reciente, o bien no eran tenidas en cuenta, o se negaban drásticamente. Como entender la paradoja de los gemelos, o la duplicidad de sucesos opuestos en un cruce de realidades coexistentes y mundos paralelos, o el aumento de la masa en función de la velocidad, o el valor de la asíntota de la velocidad de la luz, y así entre tantos otros posibles ejemplos.
Volviendo atrás en el tiempo, estos descubrimientos me dejaron atónito. Sin dudarlo, le formulé esta pregunta a un reputado y eminente científico, a la vez que profesor: “¿Y visto todo esto, Dios donde se encuentra?
Su respuesta fue: “Piense tan sólo en la reflexión del propio Einstein. Allá donde la ciencia abre una puerta, detrás de ella el hombre encuentra a Dios”.
La ciencia no niega ni necesita negar al G.·. A.·. D.·. U.·.. Es un acto de libertad –o así debería de ser- la opinión sobre Él.
Pof. Joaquim Villalta
Vaya por delante mi indiscutible respeto hacia todas las tendencias de opinión y diversas creencias sobre tan delicado tema. Aquí, solamente quiero transmitir, a modo de anécdota si se quiere, mi primer contacto con la Relatividad Especial de Albert Einstein.
Una vez introducido en la complejidad físico - matemática de esta “nueva” visión de la “realidad”, un hecho me quedó absolutamente claro: mi impotencia respecto a la tenencia de una presumible visión global del universo dada por mi limitada percepción dimensional. Por lo tanto, no todo aquello que como hombre no puedo visualizar con mis sentidos, implica necesariamente que no exista. Hoy en día, mucha gente –yo el primero- contempla verdades científicamente probadas que en cambio son incapaces de comprender o sentir en nuestro espacio dimensional. El método científico afirma su autenticidad, y sus efectos así lo demuestran. Pero son estas mismas realidades actualmente aceptadas, las que en un pasado reciente, o bien no eran tenidas en cuenta, o se negaban drásticamente. Como entender la paradoja de los gemelos, o la duplicidad de sucesos opuestos en un cruce de realidades coexistentes y mundos paralelos, o el aumento de la masa en función de la velocidad, o el valor de la asíntota de la velocidad de la luz, y así entre tantos otros posibles ejemplos.
Volviendo atrás en el tiempo, estos descubrimientos me dejaron atónito. Sin dudarlo, le formulé esta pregunta a un reputado y eminente científico, a la vez que profesor: “¿Y visto todo esto, Dios donde se encuentra?
Su respuesta fue: “Piense tan sólo en la reflexión del propio Einstein. Allá donde la ciencia abre una puerta, detrás de ella el hombre encuentra a Dios”.
La ciencia no niega ni necesita negar al G.·. A.·. D.·. U.·.. Es un acto de libertad –o así debería de ser- la opinión sobre Él.
Pof. Joaquim Villalta