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Merovingios

Publicado: Dom Dic 28, 2008 11:02 am
por dede
Alguien puede contarme de los Merovingios y la relación de éstos con la masonería?

Muchas gracias desde ya


Saludos a todos

Dedé

Publicado: Dom Dic 28, 2008 1:13 pm
por Aurora
A la espera de que alguien más versado en historia aporte algo sustancial, mi humilde opinión es que no tienen nada que ver.
Los merovingios proceden de tribus germánicas que llegan a Francia en el siglo V, y sobre ellos hay más leyendas que datos históricos.
He buscado en wikipedia y dice: http://es.wikipedia.org/wiki/Dinast%C3%ADa_Merovingia
En algunas novelas y ensayos de esoterismo se ha postulado, sin ningún fundamento científico, que los merovingios son descendientes de una supuesta relación entre Jesús de Nazaret y María Magdalena, quienes habrían tenido una hija que migró desde Judea al sur de Francia, desde donde se habría desarrollado un linaje cuya estirpe llegó al poder del reino franco con los Merovingios.

Entre estas obras destacan el bestseller esotérico Sangre santa, Santo grial, escrito por Michael Baigent, Richard Leigh y Henry Lincoln, ninguno de los cuales es historiador y, sobre todo, por la novela esotérica de Dan Brown, El código Da Vinci. También el eminente medievalista Umberto Eco hace un uso de esta teoría con el fin de ridiculizarla por ser pseudo-científica en su novela El péndulo de Foucault; también se encuentra en la novela de Jim Hougan "[El último merovingio]".
Como todos los temas de tiempos lejanos y poco documentados, la imaginación es libre de inventar y aprovechar para vender libros como churros :lol:
Un fuerte abrazo :D :D :D

Publicado: Dom Dic 28, 2008 2:14 pm
por Yaiza
Querido André:

No hay ninguna relación entre la masonería y los merovíngeos (dinastía a la cual, supuestamente, pertenecían los descendientes de Jesús y María Magdalena).
A grosso modo, un breve resumen sobre esta dinastía tan "curiosa":

Dentro de los denominados bárbaros, los sicambros se incluían dentro de los francos y se asentaron en regiones de la Germania y la Galia aprovechando el declive del Imperio Romano. Su origen remoto pudo hallarse en la antigua Grecia -esto explicaría el nombre de ciudades francesas como Troyes o París- y estaban convencidos de su ascendencia divina, pues creían proceder de un antepasado llamado Meroveo - de ahí lo de merovíngeos- que tuvo dos padres, uno hombre, el rey Clodión, y otro dios, un pariente de Neptuno. Un bagage que les sirvió para lanzarse a la conquista paulatina de los territorios franceses, forjando una leyenda de reyes-sacerdotes cuya fuerza residía en el cabello -se les calificó de "reyes melenudos"-.

De entre sus monarcas, sobresalió la figura de Clodoveo, que reinó casi tres decenios (482-511) durante los que logró importantes éxitos militares y fortaleció el poder merovingio. En 486, derrotó al duque galorromano Siagrio, hijo de Aegidius, terminando con los escasos restos de la herencia imperial y conquistando París, donde ubicó la capital veinte años después. En 500 venció en Oucha a los burgundios, aumentando sus posesiones. Y en 507, en la batalla de Vouillé, aplastó a los visigodos del rey Alarico II, extendiendo sus dominios hasta los Pirineos.

Clodoveo contrajo matrimonio con Clotilde, sobrina del rey burgundio Gundebaldo, con la que tuvo tres hijos (Clodomiro, Childeberto y Clotario). Y bajo su influencia abjuró del arrianismo, convirtiéndose al catolicismo romano, a cambio de lo cual la Iglesia le confirió el título de Novus Constantinus y heredó el Sacro Imperio Romano. El bautismo del rey y 3.000 guerreros francos se produjo en Reims el 28 de marzo de 496, sentando el precedente de la investidura canónica de los soberanos franceses en la citada ciudad (se mantendrá, con raras excepciones, hasta Carlos X, en 1824) y dejando a Clodoveo como líder de los católicos frente a los soberanos arrios.
Al expandir sus señoríos hasta tierras pirenaicas, los merovingios entraron en contacto con los supuestos descendientes de Jeús y María Magdalena, que mantenían su influencia en el reino de Septimania -entre Nimes, Narbona y los Pirineos-, sobre el que los visigodos conservaron el control aún después de la derrota de Vouillé y lo afianzaron tras el llamado desastre de Carcasona, en 589, donde Gortrán de Borgoña perdió ante ellos.

Pero el referido contacto no derivó en mezcla de sangre hasta la segunda mitad del siglo VII, cuando el monarca merovíngio Dagoberto II contrajo matrimonio, en segundas nupcias, con la noble Giselle de Razés, región cercana a Rénnes le Cháteau. Dagoberto la conoció al haber establecido allí el cuartel general para recuperar su trono, que le había sido ilegítimamente arrebatado al poco de nacer, en 651, por Grimoald, un mayordomo de palacio, una especie de valido.

Recobrando el trono, Dagoberto y Giselle tuvieron dos niñas y un hijo varón, Sigisberto, que personificó el arranque de una estirpe fruto de la unión entre los merovíngios y los descendientes de la sang real o santo Grial. Un hecho de indudable calado y enormes consecuencias potenciales que provocó una rápida y violenta reacción auspiciada por las autoridades eclesiásticas.

De este modo, una oscura maniobra palaciega derivó en el asesinato del rey Dagoberto II y de toda su familia. Sorprendentemente, en 872 fue designado santo y sus restos reposan en la iglesia de Stenay. Sólo Sigisberto consiguio furtivamente escapar gracias a la ayuda del judío Meroveo Levy, que le buscó refugio en Rénnes le Cháteau. Curiosamente, la toma después de estas tierras por parte de los árabes, que mantuvieron su presencia en estas zonas de la galia hasta el año 759, contribuyó a que los descendientes de Sigisberto no sufrieran nuevas represalias por parte de la jerarquía católica.

Tras estos sangrientos sucesos, se acumularon acontecimientos que mantuvieron la ficción de una dinastía merovingia de reyes sin poder, detentado en realidad por mayordomos de palacio, y que, finalmente en 714, llevaron a Carlos Martel a inaugurar la llamada dinastía carolingia (Carlomagno, como tal, será rey único de los francos en 771). Sin embargo, los descendientes de Sigisberto eran, sin duda, legítimos herederos del trono galo. De hecho, el hijo de Dagoberto, protegido en tierras de Septimania, pasó a ser Sigisberto IV y se le otorgó el apelativo de "Plant Ard" (retoño ardiente) y se casó con una hija del rey visigodo Wamba, surgiendo el linaje de los condes de Razés.

Y esa es toda la estirpe merovíngia, el resto son Leyendas. :wink:

Un fuerte abrazo. :D

Yaiza

Desilusionado

Publicado: Dom Dic 28, 2008 2:35 pm
por dede
Muy queridas Aurora y Yaiza, lamento informarles que me han desilusionado.

Mis abuelos paternos provienen del sur de Francia, más precisamente de la zona de Languedoc, Carcassonne. Luego de leer algunos artículos ya empezaba a sentir algunos poderes jajaaj.

Creo que terminaré solo comprando un juego de magia en alguna juguetería y practicaré junto a mis niños.


Reciban un fuerte abrazo

Publicado: Dom Dic 28, 2008 5:47 pm
por Aurora
:lol: :lol: :lol: Si se trata de mantener la ilusión, hay un libro muy curioso escrito por un historiador francés, ya fallecido llamado Louis Charpentier. Se titula "Los gigantes y el misterio de los orígenes". Tengo una edición de 1969, me imagino que estará agotado pero quizás lo encuentres en bibliotecas.

En el capítulo XIV habla de los orígenes de los constructores, y menciona que en Francia, el nombre más antiguo que se conserva de ellos es "Los hijos de Maître Jacques". La piedra se llamaba Kar, y se fue transformando en Char o jar o car. Hay muchos lugares que conservan el radical car, y acabas de citar uno, Carcassonne :lol:
En ese capítulo no habla de los merovingios, pero menciona a María Magdalena, en concreto la basílica de Vezelay, donde dice la leyenda que fueron trasladadas sus reliquias. Es una basílica que está en una de las rutas del camino francés a Santiago de Compostela. Es una basílica declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

También menciona una leyenda que cuenta que, cuando Hiram fue encargado de construir el Templo de Salomón, llamó a obreros de distintos países entre los que se encontraba el Maître Jacques oriundo de los Pirineos, y que junto a sus compañeros tomó parte en la construcción del Templo, donde levantaron la columna Jaquin
Como ves, un libro basado en leyendas, también habla de las leyendas de la pata de oca..., etc.

La zona del Languedoc es un filón :lol: y si se tiene la fortuna de tener genes languedoquianos como es tu caso, apasionante :lol:
Un abrazo :D :D :D

Publicado: Dom Dic 28, 2008 7:20 pm
por Galo Lg Mozart
Sobre todo lo que habéis comentado, hago una reflexión personal:

Me quedo un tanto perplejo con los parientes que, a menudo, se le suponen a la Masonería. No lo digo por la pregunta de Dede; es que es realmente usual. He leído a autores que la emparentan con toda una suerte de órdenes caballerescas. Alguno la ve entre los constructores de pirámides egipcias. No sé si acabaré encontrado a quien la imagine entre los primeros homínidos, o que la suponga entre los caballeros Jedi de la Guerra de las Galaxias.

Es bastante común el desear nobles y viejos orígenes para nuestros usos y costumbres. El ser humano se contempla a sí mismo a través de la cultura, que es un proceso histórico. Pero creo que debemos saber distinguir la realidad de los mitos. A cada uno le corresponde su lugar.

Mi impresión personal (muy personal) es que la Masonería tiene unos orígenes cercanos, muy mundanos (y hasta frívolos), pero unos principios muy potentes sustentados por una arquitectura institucional muy sólida que la han ido consolidando progresivamente, proporcionándole un papel relevante en la cultura occidental.

Es cierto que la Masonería es una Orden iniciática, y esto es algo que la emparenta con otros grupos constituidos como Órdenes o como sociedades iniciáticas, pero la relación no tiene por qué ir más allá.

La Iniciación es una experiencia cultural humana que se vive análogamente en una tribu de Oceanía que en una de África o de América. Está asociada a un acceso a nuevos conocimientos dentro de un grupo humano que los atesora. Tiene también un componente de renacimiento que rememora el paso de la niñez a la adultez (real o simbólica). Que sea algo común a casi todas las culturas no la hace menos importante ni menos intensa. Más bien al contrario. Desde mi punto de vista, la hace una experiencia aún más profunda.

Es mi opinión.

Un cordial saludo