La Responsabilidad de la Logia en la Iniciación
Publicado: Lun Dic 01, 2008 2:44 pm
La Orden de los Francmasones es una asociación de personas sabias y virtuosas, y su objeto es vivir en una perfecta igualdad, estar íntimamente unidos por los lazos de la estima, de la confianza y de la amistad, bajo la denominación de Hermanos, y estimular unos a los otros la práctica de las virtudes.
Según esta definición, que aparece como introducción en muchos rituales tradicionales, es sabiduría e interés de todas las Logias el no admitir en la participación de nuestros Misterios más que aquellos sujetos dignos de compartir todas estas ventajas, de alcanzar el objetivo propuesto, y de los cuales no tengan que hacernos enrojecer a los ojos del resto de Masones de todo el Universo. Así, cuando se trata de la admisión de un Profano (esta palabra remonta a la más alta antigüedad y nunca ha significado otra cosa que la no admisión en el Templo, a los misterios - Profanum extra templum - profano significa pues «aquél que no es actualmente admitido» por oposición «al que está iniciado»), la Logia a la cual es presentado tiene que considerar: que dará un miembro a «la asociación general» y un Hermano a cada miembro; que una vez admitido, los Masones de todo el Universo y de cualquier estado, calidad y condición que sea, estarán obligados a reconocerlo como tal; que representa tanto un honor para la Logia promoviendo la gloria y la prosperidad de la Orden, que este aspirante sea digno de ser presentado a todos los Masones; hace falta, finalmente, que sobre testimonio de su Logia, merezca ser acogido por todos los Hermanos como un hombre virtuoso, como su Hermano. Tiene derecho, en esta calidad, a su amistad más íntima.
Para la admisión del profano, la Logia se convierte en moralmente garante hacia todos los Masones. Lo que implica una gran responsabilidad para los HH.·. presentadores y excluye la «carrera» de la cantidad en detrimento de la calidad.
Joaquim
Según esta definición, que aparece como introducción en muchos rituales tradicionales, es sabiduría e interés de todas las Logias el no admitir en la participación de nuestros Misterios más que aquellos sujetos dignos de compartir todas estas ventajas, de alcanzar el objetivo propuesto, y de los cuales no tengan que hacernos enrojecer a los ojos del resto de Masones de todo el Universo. Así, cuando se trata de la admisión de un Profano (esta palabra remonta a la más alta antigüedad y nunca ha significado otra cosa que la no admisión en el Templo, a los misterios - Profanum extra templum - profano significa pues «aquél que no es actualmente admitido» por oposición «al que está iniciado»), la Logia a la cual es presentado tiene que considerar: que dará un miembro a «la asociación general» y un Hermano a cada miembro; que una vez admitido, los Masones de todo el Universo y de cualquier estado, calidad y condición que sea, estarán obligados a reconocerlo como tal; que representa tanto un honor para la Logia promoviendo la gloria y la prosperidad de la Orden, que este aspirante sea digno de ser presentado a todos los Masones; hace falta, finalmente, que sobre testimonio de su Logia, merezca ser acogido por todos los Hermanos como un hombre virtuoso, como su Hermano. Tiene derecho, en esta calidad, a su amistad más íntima.
Para la admisión del profano, la Logia se convierte en moralmente garante hacia todos los Masones. Lo que implica una gran responsabilidad para los HH.·. presentadores y excluye la «carrera» de la cantidad en detrimento de la calidad.
Joaquim