ASTROLOGIA CABALISTICA 5º arbol de la vida
Publicado: Mar Nov 11, 2008 11:13 am
Los centros de energía llamados: Kether, Hochmah, Binah, Hesed, Gueburah, fueron desarrollando un proyecto evolutivo. Detrás de ellos se crearon otros: Tiphereth, Netzah, Hod, Yesod y Malkuth. Estos diez centros, que en terminología cabalística se denominan Séfiras, conforman el llamado Árbol de la Vida.
El Árbol de la Vida representa un esquema de evolución y del mismo modo que nos ilustra sobre el desarrollo de la vida en los inicios de nuestra galaxia, también servirá para mostrarnos los pasos a seguir en el desarrollo de cualquier proyecto, sea de la índole que fuere. Son etapas obligatorias en el camino de aquello que deseamos realizar.
Como podemos ver por la situación de los círculos que aparecen en el grafico colocado a continuación, el Árbol está dividido en tres columnas: la del centro es la más elevada, le sigue la de la derecha y la de la izquierda.
- Los principales atributos del Árbol son los siguientes:
1.- Kether: la Voluntad
2.- Hochmah: la Sabiduría
3.- Binah: la Inteligencia Activa
4.- Hesed: el Poder
5.- Gueburah: la Justicia
6.- Tiphereth: la Armonía
7.- Netzah: la Belleza
8.- Hod: la Verdad
9.- Yesod: la Imaginación
10.- Malkuth: el Reino Material, la Cristalización.
Como hemos constatado, el Árbol está formado por tres columnas: la de la derecha se conoce con el nombre de columna de la Bondad, de la Gracia o de la Tolerancia. La de la izquierda, como columna del Rigor, de la Ley, o aún del Sacrificio o Severidad. Y la del centro como columna del Equilibrio o la Armonía. Estos atributos se deben a las funciones que realizan los Séfiras que las pueblan. Vemos que los Séfiras están unidos por un camino, al que se da el nombre de Sendero. Ese Sendero hace que las energías contenidas en un Séfira desemboquen inevitablemente en el que le sigue, lo cual permite comprender el sentido de un determinado Séfira a partir del significado de su oponente.
En ciertos grabados los centros aparecen en forma de fuentes que se comunican, colocados uno debajo de otro, desde Kether a Malkuth, de manera que el agua empieza por llenar la primera fuente y se va derramando a las siguientes en cuanto los sucesivos receptáculos se van llenando.
Kether representa el punto de inicio de cualquier proyecto, la energía de empuje, la inspiración, la motivación que tiene que llevarnos a planificar. De este modo, una empresa a desarrollar, sea de tipo material, emotivo, intelectual o espiritual tiene que tener su fase Kether, necesita de ese impulso inicial, del empuje de la voluntad, de esa chispa que nos permitirá arrancar.
Hochmah es el centro de las oportunidades; donde la voluntad de Kether se hace visible; la fase del proyecto en el que se dan las circunstancias precisas para poder continuar su desarrollo; es el punto de suerte que te anima a seguir, a mantener encendida la chispa de la ilusión.
Binah es el centro de desarrollo de las normas; el que facilita el marco de actuación donde debe desarrollarse la empresa; el que marcará los límites en los que debe moverse el proyecto, sus pautas de conducta.
Hesed es el centro llamado el paraíso y el atributo que se obtiene de él es el poder. El paso por este Séfira debe conferir al proyecto un alto grado de pasión, sin la cual se perdería en el marasmo de lo intrascendente. Cualquier idea que se precie y quiera llegar a buen puerto necesita su dosis de pasión. A través de Hesed se tienen que asumir compromisos que luego deberán ser cumplidos. Y del poder debe emanar la generosidad.
Gueburah tiene por misión restablecer el orden, por eso su atributo es la Justicia. Cuando el proyecto llega a la frontera de Gueburah es el momento de corregir los errores y de implantar mejoras. Los placeres de Hesed son tantos, que el ser humano se desvía de los objetivos trazados en Kether. Cuando esto ocurre, Gueburah entra en actividad y, del mismo modo que el cirujano extirpa el mal con el bisturí, él impone la Justicia, mostrando la forma de seguir el camino trazado con anterioridad. Este centro también muestra la importancia de saber ser discreto cuando un proceso se está desarrollando, del mismo modo que el horno debe permanecer cerrado hasta que la levadura del pastel haya subido.
Pongamos un ejemplo de proyecto a realizar: escribir un libro. El primer paso, el que corresponde a Kether, es poner la voluntad en marcha para impulsar la idea, marcarse como objetivo escribir un libro.
En la segunda fase, Hochmah, es preciso que estemos muy atentos a cuanto suceda a nuestro alrededor, porque tienen que producirse las circunstancias para encaminarnos hacia el proyecto. Quizá a través de algún amigo, de un programa de televisión o de un cartel de un anuncio descubramos el tema sobre el que queremos escribir.
En Binah deberemos establecer el marco, situar los límites. Si decidimos escribirlo en castellano nos estaremos circunscribiendo a los países de habla hispana. Podemos decidir si se tratará de un ensayo, una novela, un libro de cuentos o de poesía.
En la cuarta fase, Hesed, tendremos que ponerle pasión al proyecto y amplificar las miras iniciales, sentir que tenemos capacidad para desarrollarlo.
El paso por Gueburah nos llevará a plantear posibles cambios, a rectificar ideas iniciales y a comprender la importancia de la discreción en cualquier proyecto en ciernes.
Ahora sigamos el proceso del Árbol y continuaremos al mismo tiempo con el desarrollo del ejemplo.
El siguiente centro se llama Tiphereth es el primer Séfira que se encuentra en la columna central, del Equilibrio, después de Kether y su atributo es la armonía; es cuando el proyecto debe pasar por el tamiz de la conciencia; cuando es necesario bascular un equilibrio entre las ganas de desarrollarlo y su necesidad; es momento de pensar en su repercusión exterior.
En el ejemplo del libro deberíamos pensar si el tema escogido es acorde con nuestra conciencia y cómo puede repercutir en los lectores potenciales.
Si nos fijamos, todos los Senderos del Árbol conducen a Tiphereth y éste lleva a todos los Centros de Vida. Es el Centro que establece la Conciencia en el hombre, el que centraliza todas las experiencias procedentes de la columna del Rigor y de la Gracia, infundiendo la idea de un equilibrio entre la Necesidad hecha Ley y la Gracia Divina. Es el centro que dirá si la experiencia iniciada en Kether-voluntad es acorde con las experiencias que debemos asimilar en esta vida.
Netzah, el número siete, es el Centro que inspira el ideal de Belleza. Se encuentra en la columna de la derecha, debajo de Hesed y viene a decirnos que en la vida además de lo útil también debe destacar lo bello, el detalle sutil que armoniza el conjunto, el perfume que da sentido a la flor y que atrae a los insectos para que la fecunden. Netzah representa la sensibilidad que ofrece inspiración a los artistas y a los enamorados material para alimentar su amor. Es el encargado del envoltorio, el que dotará el impulso de atractivo y le conferirá un toque de seducción.
Llegado este punto deberemos plantearnos si el libro va a aportar belleza, si entrará a través de los sentidos. Es el momento de pensar en una portada llamativa.
El atributo de Hod es la Verdad. Superada la fase de la belleza es preciso preguntarse cuál es el mensaje que encierra el proyecto. Llega el momento del análisis y la síntesis, es preciso configurar el resultado final, prever la estructura definitiva. También deberán estudiarse las vías de comunicación a utilizar para que el producto se expanda en la sociedad.
En el caso del libro, es el momento de analizar el contenido que se le quiere dar, de decidir el número de páginas, el cuerpo de las letras, el formato y decidir los medios que van a utilizarse para que pueda llegar al público.
Yesod es el tercer Séfira de la columna del Equilibrio y su esencia es la Imaginación. Las virtudes que deben desplegarse cuando el proyecto alcanza esta fase son las de la paciencia, la visualización del resultado que se desea y la visión de una imagen global. Cabe pues apartarse un poco de la empresa y tratar de visualizarla en su conjunto.
Con referencia al libro, es el momento de imaginarse la incidencia que tendrá la historia que relatamos en los lectores.
Finalmente, Malkuth representa nuestro Yo físico, el planeta Tierra, nuestra personalidad material. Malkuth nos marca la cristalización, la realización en el ámbito físico de aquel propósito que se inició en Kether.
Cuando el proyecto de escribir un libro llega a Malkuth, es el momento de proceder a escribirlo, de materializar el impulso inicial.
La primera vuelta ha terminado, pero la escritura del libro traerá una serie de experiencias que deben ser trasladadas al Ego superior. Así cuando se llega a Malkuth, se reinvierte el flujo y se empieza a subir de nuevo por el árbol, pero en este caso soltando lastre, es decir, asimilando la esencia de la experiencia que se ha vivido.
La actividad de los nueve primeros Centros sobre el décimo, que somos nosotros, es lo que va formando nuestra conciencia en el correr de las encarnaciones. Cada uno tiene sus leyes y sus principios, y para que podamos aprenderlos, las Jerarquías Espirituales que dirigen nuestra evolución nos sitúan, en una determinada vida, "más cerca" de un determinado Centro que de otros.
Para saberlo contamos con el Horóscopo de nacimiento de cada persona, que permite saber cuáles serán los Centros que en cierto modo "descansan" y cuáles son los activos en su presente vida. De esta forma, a través de la Astrología Cabalística se podrá orientar a la persona respecto al trabajo que ha elegido realizar.
El análisis de la propia vida y de sus circunstancias, fijándonos en las claves que emanan de cada Séfira, nos servirá para ver qué desarrollamos más en el acontecer diario.
Por ejemplo, Yesod nos mostrará al soñador, al imaginativo, al que moldea su realidad hasta convertirla en algo apetecible. Las personas nacidas bajo
el signo de Cáncer se encontrarán en la órbita de Yesod.
El dominio de Hod dará el intelectual, el crítico, al que sabe analizar una situación y al que es capaz de comunicar adecuadamente sus ideas. Las personas nacidas bajo los signos de Géminis y Virgo se encontrarán en la órbita de Hod.
Netzah nos acercará al artista, a la persona sensible, al que es capaz de utilizar la diplomacia y de regalar flores o bombones; el que se preocupa por su aspecto exterior. Los signos de Tauro y Libra le serán cercanos.
La persona afín a Tiphereth será el prototipo del que actúa siguiendo los dictámenes de su conciencia, que será ecuánime y fiel a un código de conducta. Los nativos de Leo representan este Centro energético.
Gueburah nos traerá al justiciero, al irascible, pero también al que posee buenas dosis de energía para llevar a cabo su labor; al que sabe rectificar sus errores. Características todas ellas relacionadas con los signos de Aries y Escorpio.
Hesed representa al político, al que ostenta poder, pero también al fogoso, a aquel que pone toda la carne en el asador para llevar a cabo sus propósitos. Sagitario y Piscis son los signos que representan a Hesed.
Binah trae el legislador, el juez, el administrador de justicia, la persona que se rige por unas normas y que nunca se saltará un semáforo; el que estructura la vida según un código. Capricornio y Acuario son los más cercanos a Binah.
Hochmah y Kether carecen de correspondencia astrológica y por lo tanto el ser humano sólo puede acercarse a sus características de lejos, sin que ello pueda ser determinado a través de la astrología.
Los nueve primeros Séfiras, excluyendo Malkuth que somos nosotros, representan nueve grupos de facultades que debemos adquirir. Cuando hayamos recorrido todos los Senderos que unen los Séfiras, de arriba, abajo y de abajo, arriba, nuestro trabajo humano habrá llegado a su final.
El Árbol de la Vida representa un esquema de evolución y del mismo modo que nos ilustra sobre el desarrollo de la vida en los inicios de nuestra galaxia, también servirá para mostrarnos los pasos a seguir en el desarrollo de cualquier proyecto, sea de la índole que fuere. Son etapas obligatorias en el camino de aquello que deseamos realizar.
Como podemos ver por la situación de los círculos que aparecen en el grafico colocado a continuación, el Árbol está dividido en tres columnas: la del centro es la más elevada, le sigue la de la derecha y la de la izquierda.
- Los principales atributos del Árbol son los siguientes:
1.- Kether: la Voluntad
2.- Hochmah: la Sabiduría
3.- Binah: la Inteligencia Activa
4.- Hesed: el Poder
5.- Gueburah: la Justicia
6.- Tiphereth: la Armonía
7.- Netzah: la Belleza
8.- Hod: la Verdad
9.- Yesod: la Imaginación
10.- Malkuth: el Reino Material, la Cristalización.
Como hemos constatado, el Árbol está formado por tres columnas: la de la derecha se conoce con el nombre de columna de la Bondad, de la Gracia o de la Tolerancia. La de la izquierda, como columna del Rigor, de la Ley, o aún del Sacrificio o Severidad. Y la del centro como columna del Equilibrio o la Armonía. Estos atributos se deben a las funciones que realizan los Séfiras que las pueblan. Vemos que los Séfiras están unidos por un camino, al que se da el nombre de Sendero. Ese Sendero hace que las energías contenidas en un Séfira desemboquen inevitablemente en el que le sigue, lo cual permite comprender el sentido de un determinado Séfira a partir del significado de su oponente.
En ciertos grabados los centros aparecen en forma de fuentes que se comunican, colocados uno debajo de otro, desde Kether a Malkuth, de manera que el agua empieza por llenar la primera fuente y se va derramando a las siguientes en cuanto los sucesivos receptáculos se van llenando.
Kether representa el punto de inicio de cualquier proyecto, la energía de empuje, la inspiración, la motivación que tiene que llevarnos a planificar. De este modo, una empresa a desarrollar, sea de tipo material, emotivo, intelectual o espiritual tiene que tener su fase Kether, necesita de ese impulso inicial, del empuje de la voluntad, de esa chispa que nos permitirá arrancar.
Hochmah es el centro de las oportunidades; donde la voluntad de Kether se hace visible; la fase del proyecto en el que se dan las circunstancias precisas para poder continuar su desarrollo; es el punto de suerte que te anima a seguir, a mantener encendida la chispa de la ilusión.
Binah es el centro de desarrollo de las normas; el que facilita el marco de actuación donde debe desarrollarse la empresa; el que marcará los límites en los que debe moverse el proyecto, sus pautas de conducta.
Hesed es el centro llamado el paraíso y el atributo que se obtiene de él es el poder. El paso por este Séfira debe conferir al proyecto un alto grado de pasión, sin la cual se perdería en el marasmo de lo intrascendente. Cualquier idea que se precie y quiera llegar a buen puerto necesita su dosis de pasión. A través de Hesed se tienen que asumir compromisos que luego deberán ser cumplidos. Y del poder debe emanar la generosidad.
Gueburah tiene por misión restablecer el orden, por eso su atributo es la Justicia. Cuando el proyecto llega a la frontera de Gueburah es el momento de corregir los errores y de implantar mejoras. Los placeres de Hesed son tantos, que el ser humano se desvía de los objetivos trazados en Kether. Cuando esto ocurre, Gueburah entra en actividad y, del mismo modo que el cirujano extirpa el mal con el bisturí, él impone la Justicia, mostrando la forma de seguir el camino trazado con anterioridad. Este centro también muestra la importancia de saber ser discreto cuando un proceso se está desarrollando, del mismo modo que el horno debe permanecer cerrado hasta que la levadura del pastel haya subido.
Pongamos un ejemplo de proyecto a realizar: escribir un libro. El primer paso, el que corresponde a Kether, es poner la voluntad en marcha para impulsar la idea, marcarse como objetivo escribir un libro.
En la segunda fase, Hochmah, es preciso que estemos muy atentos a cuanto suceda a nuestro alrededor, porque tienen que producirse las circunstancias para encaminarnos hacia el proyecto. Quizá a través de algún amigo, de un programa de televisión o de un cartel de un anuncio descubramos el tema sobre el que queremos escribir.
En Binah deberemos establecer el marco, situar los límites. Si decidimos escribirlo en castellano nos estaremos circunscribiendo a los países de habla hispana. Podemos decidir si se tratará de un ensayo, una novela, un libro de cuentos o de poesía.
En la cuarta fase, Hesed, tendremos que ponerle pasión al proyecto y amplificar las miras iniciales, sentir que tenemos capacidad para desarrollarlo.
El paso por Gueburah nos llevará a plantear posibles cambios, a rectificar ideas iniciales y a comprender la importancia de la discreción en cualquier proyecto en ciernes.
Ahora sigamos el proceso del Árbol y continuaremos al mismo tiempo con el desarrollo del ejemplo.
El siguiente centro se llama Tiphereth es el primer Séfira que se encuentra en la columna central, del Equilibrio, después de Kether y su atributo es la armonía; es cuando el proyecto debe pasar por el tamiz de la conciencia; cuando es necesario bascular un equilibrio entre las ganas de desarrollarlo y su necesidad; es momento de pensar en su repercusión exterior.
En el ejemplo del libro deberíamos pensar si el tema escogido es acorde con nuestra conciencia y cómo puede repercutir en los lectores potenciales.
Si nos fijamos, todos los Senderos del Árbol conducen a Tiphereth y éste lleva a todos los Centros de Vida. Es el Centro que establece la Conciencia en el hombre, el que centraliza todas las experiencias procedentes de la columna del Rigor y de la Gracia, infundiendo la idea de un equilibrio entre la Necesidad hecha Ley y la Gracia Divina. Es el centro que dirá si la experiencia iniciada en Kether-voluntad es acorde con las experiencias que debemos asimilar en esta vida.
Netzah, el número siete, es el Centro que inspira el ideal de Belleza. Se encuentra en la columna de la derecha, debajo de Hesed y viene a decirnos que en la vida además de lo útil también debe destacar lo bello, el detalle sutil que armoniza el conjunto, el perfume que da sentido a la flor y que atrae a los insectos para que la fecunden. Netzah representa la sensibilidad que ofrece inspiración a los artistas y a los enamorados material para alimentar su amor. Es el encargado del envoltorio, el que dotará el impulso de atractivo y le conferirá un toque de seducción.
Llegado este punto deberemos plantearnos si el libro va a aportar belleza, si entrará a través de los sentidos. Es el momento de pensar en una portada llamativa.
El atributo de Hod es la Verdad. Superada la fase de la belleza es preciso preguntarse cuál es el mensaje que encierra el proyecto. Llega el momento del análisis y la síntesis, es preciso configurar el resultado final, prever la estructura definitiva. También deberán estudiarse las vías de comunicación a utilizar para que el producto se expanda en la sociedad.
En el caso del libro, es el momento de analizar el contenido que se le quiere dar, de decidir el número de páginas, el cuerpo de las letras, el formato y decidir los medios que van a utilizarse para que pueda llegar al público.
Yesod es el tercer Séfira de la columna del Equilibrio y su esencia es la Imaginación. Las virtudes que deben desplegarse cuando el proyecto alcanza esta fase son las de la paciencia, la visualización del resultado que se desea y la visión de una imagen global. Cabe pues apartarse un poco de la empresa y tratar de visualizarla en su conjunto.
Con referencia al libro, es el momento de imaginarse la incidencia que tendrá la historia que relatamos en los lectores.
Finalmente, Malkuth representa nuestro Yo físico, el planeta Tierra, nuestra personalidad material. Malkuth nos marca la cristalización, la realización en el ámbito físico de aquel propósito que se inició en Kether.
Cuando el proyecto de escribir un libro llega a Malkuth, es el momento de proceder a escribirlo, de materializar el impulso inicial.
La primera vuelta ha terminado, pero la escritura del libro traerá una serie de experiencias que deben ser trasladadas al Ego superior. Así cuando se llega a Malkuth, se reinvierte el flujo y se empieza a subir de nuevo por el árbol, pero en este caso soltando lastre, es decir, asimilando la esencia de la experiencia que se ha vivido.
La actividad de los nueve primeros Centros sobre el décimo, que somos nosotros, es lo que va formando nuestra conciencia en el correr de las encarnaciones. Cada uno tiene sus leyes y sus principios, y para que podamos aprenderlos, las Jerarquías Espirituales que dirigen nuestra evolución nos sitúan, en una determinada vida, "más cerca" de un determinado Centro que de otros.
Para saberlo contamos con el Horóscopo de nacimiento de cada persona, que permite saber cuáles serán los Centros que en cierto modo "descansan" y cuáles son los activos en su presente vida. De esta forma, a través de la Astrología Cabalística se podrá orientar a la persona respecto al trabajo que ha elegido realizar.
El análisis de la propia vida y de sus circunstancias, fijándonos en las claves que emanan de cada Séfira, nos servirá para ver qué desarrollamos más en el acontecer diario.
Por ejemplo, Yesod nos mostrará al soñador, al imaginativo, al que moldea su realidad hasta convertirla en algo apetecible. Las personas nacidas bajo
el signo de Cáncer se encontrarán en la órbita de Yesod.
El dominio de Hod dará el intelectual, el crítico, al que sabe analizar una situación y al que es capaz de comunicar adecuadamente sus ideas. Las personas nacidas bajo los signos de Géminis y Virgo se encontrarán en la órbita de Hod.
Netzah nos acercará al artista, a la persona sensible, al que es capaz de utilizar la diplomacia y de regalar flores o bombones; el que se preocupa por su aspecto exterior. Los signos de Tauro y Libra le serán cercanos.
La persona afín a Tiphereth será el prototipo del que actúa siguiendo los dictámenes de su conciencia, que será ecuánime y fiel a un código de conducta. Los nativos de Leo representan este Centro energético.
Gueburah nos traerá al justiciero, al irascible, pero también al que posee buenas dosis de energía para llevar a cabo su labor; al que sabe rectificar sus errores. Características todas ellas relacionadas con los signos de Aries y Escorpio.
Hesed representa al político, al que ostenta poder, pero también al fogoso, a aquel que pone toda la carne en el asador para llevar a cabo sus propósitos. Sagitario y Piscis son los signos que representan a Hesed.
Binah trae el legislador, el juez, el administrador de justicia, la persona que se rige por unas normas y que nunca se saltará un semáforo; el que estructura la vida según un código. Capricornio y Acuario son los más cercanos a Binah.
Hochmah y Kether carecen de correspondencia astrológica y por lo tanto el ser humano sólo puede acercarse a sus características de lejos, sin que ello pueda ser determinado a través de la astrología.
Los nueve primeros Séfiras, excluyendo Malkuth que somos nosotros, representan nueve grupos de facultades que debemos adquirir. Cuando hayamos recorrido todos los Senderos que unen los Séfiras, de arriba, abajo y de abajo, arriba, nuestro trabajo humano habrá llegado a su final.