Juan de Prim y Pratts
Publicado: Mar Ago 05, 2008 1:36 am
Juan de Prim i Pratts (1814-1870)
Fue un militar y político progresista del siglo XIX muy influyente en la política española que llegó a ser Presidente del Consejo de Ministros de España. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África donde mostró relevantes dotes de valor y temeridad. Asimismo, fue Jefe de los Ejércitos Expedicionarios en México (1861-1862).
De la biografía de Prim se puede decir demasiado y quiero remitirlos a que la lean completa en http://es.wikipedia.org/wiki/Prim
Varias páginas afirman que fue masón, pero no he podido encontrar su fecha de ingreso a la Orden ni la logia a la que perteneció.
Prim, en su paso por México, radicó en la ciudad de Orizaba (marzo - abril de 1862). Los historiadores de ésta ciudad lo recuerdan como un hombre íntegro, honrado, respetuoso y cabal. Coincido con ellos. Actualmente, preparo un libro que se titulará "Historia de la Intervención Francesa en Orizaba" (España, Francia e Inglaterra enviaron tropas a México para invadirlo. Al final, sólo Francia se quedó).
Quiero compartir con Vds. algunas notas sobre la estancia de Prim en Orizaba, con cariño fraternal para mis QQ.HH. foristas de España:
Si bien los habitantes de Orizaba habían estado semanas enteras bajo la zozobra de una invasión, pronto cambiarían –aunque esto fuese de manera transitoria, sus expectativas. Lejos de mostrarse hostiles, los españoles se comportaron a la altura de las circunstancias con la población, que dejaría de mostrar temor para generar sentimientos de simpatía, muy en especial para con el Conde de Reus.
"Cabe mencionar que no todas las tropas hispanas acantonaron en Orizaba (llegaron el domingo 9 de marzo de 1862), pues una parte de ellas, al mando de Vargas, se estableció en la vecina Córdoba. En Orizaba ya era conocido el Brigadier Milans del Bosch, pues a su tránsito por esta ciudad hacia México, para llevar el pliego petitorio a Juárez, había pernoctado en este punto.
"En inicio, los habitantes de Orizaba se mostraron prudentes. En especial, los españoles afincados en la ciudad, quienes, temiendo represalias y saqueos de parte de los nacionalistas mexicanos, inventariaron sus bienes, como la casa comercial de José María Borbolla, sita en la esquina de las calles 3ª de la Principal y 1ª de Socies (actualmente Av. Oriente 6 esquina con Sur 5), a cargo del español Sr. Pendas . Los bienes inventariados fueron certificados por escribanos públicos. El gobierno mexicano, temiendo asimismo que los mexicanos animosos tomasen el asunto en sus manos, cuidó muy bien de instruir a las autoridades subalternas de dispensar protección a los súbditos de las potencias aliadas.
"Al poco tiempo, Orizaba volvía a su habitual tranquilidad, acompañada de un alegre bullicio de sus habitantes. Estos, nunca habían visto el paso de las tropas españolas y las maniobras militares llamarían la atención. En especial, el traje que utilizaba el ejército hispano, que era “traje ligero, propio para los climas cálidos, completado con un sombrero de paja. Los oficiales (...), se vestían con mayor lujo y usaban esa especie de gorro pequeño, no exento de gracia, llamado leopoldina” .
"Juan de Prim y Prats se estableció en Orizaba, residiendo en la casa de don Juan Soberón, en calle 2ª Principal número 5 (actual av. oriente 6 entre calles Sur 3 y Sur 5). Él, su esposa y su pequeño hijo de 6 años. A poco, Prim ganaría las simpatías de los orizabeños: todos los domingos y días festivos, asistían a misa obligatoria para los oficiales libres y el General en Jefe de la Expedición. A este punto, cabe señalar un relato acerca de cómo Juan Prim llegó a vivir a ésta casa:
"José Daniel Vargas relata un incidente entre Prim y un oficial del ejército francés: según este autor, Lorencez ordenó que las tropas francesas se acuartelaran en Orizaba y éste oficial ocupó la casa de Juan Soberón, estando este ausente y forzando a su esposa, doña Natalia Argote y a su familia a abandonar el inmueble; instalándose el galo en el mejor de los departamentos de la casa. Al saber esto, Prim lo increpó de tal manera, que incluso le arrojó el tintero a la cara, logrando el francés apenas esquivarlo; mas a los pocos días abandonó el solar. Prim y Soberón trabaron una gran amistad y continuamente se les veía pasear y charlar juntos por las calles de la ciudad e incluso, al partir, Prim obsequió a Soberón un magnífico caballo.
"A instancias del Conde de Reus, comenzó a publicarse un periódico en la imprenta de José B. Aburto , titulado “El Eco de Europa”, cuyo objetivo sería el de influir en la opinión pública de México a fin de rectificar el concepto que los mexicanos se habían formado acerca de la intervención, asegurando a la población que las intenciones de los aliados era la de coadyuvar a México con apoyo moral en el gobierno que la nación quisiera establecer. Sobre todo, el periódico elogiaba las virtudes de Prim, su valor en la campaña de África, sus dotes como hábil político y sus simpatías hacia México, merced a estar casado con una dama oriunda de éstas tierras.
"El director de la publicación sería don Anselmo De la Portilla, hombre de indisputable talento y quien más tarde se distinguiría por sus dotes de periodista en la capital mexicana . Este periódico dejó de editarse en cuanto las tropas españolas abandonaron Orizaba en abril de 1862.
"El 19 de abril el ejército español levantaba su campamento y se disponía a dejar a un país que estaba a punto de sumirse en una guerra sin razón. A su paso por Fortín, Prim se vio cara a cara con Lorencez. Apenas se hablaron, mostrando tan solo frías palabras de cortesía. El Conde de Reus informaría al general francés de las óptimas condiciones que el hospital del ejército galo tenía en Orizaba, comparándolo con el mejor nosocomio de París.
"La permanencia de Prim en México fue, ante todo, benéfica. Con su conducta mostrada en el país, dio Prim “ejemplo de caballeresca honradez internacional, de esa que no estaba acostumbrada a ver el mundo” .
Espero haya sido de su agrado.
Fue un militar y político progresista del siglo XIX muy influyente en la política española que llegó a ser Presidente del Consejo de Ministros de España. En su vida militar participó en la Primera Guerra Carlista y en la Guerra de África donde mostró relevantes dotes de valor y temeridad. Asimismo, fue Jefe de los Ejércitos Expedicionarios en México (1861-1862).
De la biografía de Prim se puede decir demasiado y quiero remitirlos a que la lean completa en http://es.wikipedia.org/wiki/Prim
Varias páginas afirman que fue masón, pero no he podido encontrar su fecha de ingreso a la Orden ni la logia a la que perteneció.
Prim, en su paso por México, radicó en la ciudad de Orizaba (marzo - abril de 1862). Los historiadores de ésta ciudad lo recuerdan como un hombre íntegro, honrado, respetuoso y cabal. Coincido con ellos. Actualmente, preparo un libro que se titulará "Historia de la Intervención Francesa en Orizaba" (España, Francia e Inglaterra enviaron tropas a México para invadirlo. Al final, sólo Francia se quedó).
Quiero compartir con Vds. algunas notas sobre la estancia de Prim en Orizaba, con cariño fraternal para mis QQ.HH. foristas de España:
Si bien los habitantes de Orizaba habían estado semanas enteras bajo la zozobra de una invasión, pronto cambiarían –aunque esto fuese de manera transitoria, sus expectativas. Lejos de mostrarse hostiles, los españoles se comportaron a la altura de las circunstancias con la población, que dejaría de mostrar temor para generar sentimientos de simpatía, muy en especial para con el Conde de Reus.
"Cabe mencionar que no todas las tropas hispanas acantonaron en Orizaba (llegaron el domingo 9 de marzo de 1862), pues una parte de ellas, al mando de Vargas, se estableció en la vecina Córdoba. En Orizaba ya era conocido el Brigadier Milans del Bosch, pues a su tránsito por esta ciudad hacia México, para llevar el pliego petitorio a Juárez, había pernoctado en este punto.
"En inicio, los habitantes de Orizaba se mostraron prudentes. En especial, los españoles afincados en la ciudad, quienes, temiendo represalias y saqueos de parte de los nacionalistas mexicanos, inventariaron sus bienes, como la casa comercial de José María Borbolla, sita en la esquina de las calles 3ª de la Principal y 1ª de Socies (actualmente Av. Oriente 6 esquina con Sur 5), a cargo del español Sr. Pendas . Los bienes inventariados fueron certificados por escribanos públicos. El gobierno mexicano, temiendo asimismo que los mexicanos animosos tomasen el asunto en sus manos, cuidó muy bien de instruir a las autoridades subalternas de dispensar protección a los súbditos de las potencias aliadas.
"Al poco tiempo, Orizaba volvía a su habitual tranquilidad, acompañada de un alegre bullicio de sus habitantes. Estos, nunca habían visto el paso de las tropas españolas y las maniobras militares llamarían la atención. En especial, el traje que utilizaba el ejército hispano, que era “traje ligero, propio para los climas cálidos, completado con un sombrero de paja. Los oficiales (...), se vestían con mayor lujo y usaban esa especie de gorro pequeño, no exento de gracia, llamado leopoldina” .
"Juan de Prim y Prats se estableció en Orizaba, residiendo en la casa de don Juan Soberón, en calle 2ª Principal número 5 (actual av. oriente 6 entre calles Sur 3 y Sur 5). Él, su esposa y su pequeño hijo de 6 años. A poco, Prim ganaría las simpatías de los orizabeños: todos los domingos y días festivos, asistían a misa obligatoria para los oficiales libres y el General en Jefe de la Expedición. A este punto, cabe señalar un relato acerca de cómo Juan Prim llegó a vivir a ésta casa:
"José Daniel Vargas relata un incidente entre Prim y un oficial del ejército francés: según este autor, Lorencez ordenó que las tropas francesas se acuartelaran en Orizaba y éste oficial ocupó la casa de Juan Soberón, estando este ausente y forzando a su esposa, doña Natalia Argote y a su familia a abandonar el inmueble; instalándose el galo en el mejor de los departamentos de la casa. Al saber esto, Prim lo increpó de tal manera, que incluso le arrojó el tintero a la cara, logrando el francés apenas esquivarlo; mas a los pocos días abandonó el solar. Prim y Soberón trabaron una gran amistad y continuamente se les veía pasear y charlar juntos por las calles de la ciudad e incluso, al partir, Prim obsequió a Soberón un magnífico caballo.
"A instancias del Conde de Reus, comenzó a publicarse un periódico en la imprenta de José B. Aburto , titulado “El Eco de Europa”, cuyo objetivo sería el de influir en la opinión pública de México a fin de rectificar el concepto que los mexicanos se habían formado acerca de la intervención, asegurando a la población que las intenciones de los aliados era la de coadyuvar a México con apoyo moral en el gobierno que la nación quisiera establecer. Sobre todo, el periódico elogiaba las virtudes de Prim, su valor en la campaña de África, sus dotes como hábil político y sus simpatías hacia México, merced a estar casado con una dama oriunda de éstas tierras.
"El director de la publicación sería don Anselmo De la Portilla, hombre de indisputable talento y quien más tarde se distinguiría por sus dotes de periodista en la capital mexicana . Este periódico dejó de editarse en cuanto las tropas españolas abandonaron Orizaba en abril de 1862.
"El 19 de abril el ejército español levantaba su campamento y se disponía a dejar a un país que estaba a punto de sumirse en una guerra sin razón. A su paso por Fortín, Prim se vio cara a cara con Lorencez. Apenas se hablaron, mostrando tan solo frías palabras de cortesía. El Conde de Reus informaría al general francés de las óptimas condiciones que el hospital del ejército galo tenía en Orizaba, comparándolo con el mejor nosocomio de París.
"La permanencia de Prim en México fue, ante todo, benéfica. Con su conducta mostrada en el país, dio Prim “ejemplo de caballeresca honradez internacional, de esa que no estaba acostumbrada a ver el mundo” .
Espero haya sido de su agrado.