Ignacio De la LLave: el masón orizabeño más ilustre
Publicado: Dom Jul 20, 2008 3:22 am
IGNACIO DE LA LLAVE Y SEGURA
Don Ignacio De la Llave y Segura nació en Orizaba, Veracruz, México, el 26 de agosto de 1818 y murió en Jaral de Berrio, municipio de San Felipe, Guanajuato, el 23 de junio de 1863. Efectuó sus primeros estudios superiores en el Colegio Nacional de Orizaba, trasladándose posteriormente a la ciudad de México donde se tituló como abogado en la Academia de Derecho Teórico Práctico (1841), llegando en esa época a dominar tres idiomas, además de su lengua nativa: inglés, francés y latín. Fue Juez de Orizaba, Diputado por los cosecheros de tabaco y gana sus primeras elecciones para Alcalde del primer voto en Orizaba en 1844. Combatió contra el gobierno de Antonio López de Santa Anna en 1844, al secundar los orizabeños el Plan del general Mariano Paredes y Arrillaga, por el cual es destituido Santa Anna. Combatió asimismo, contra las huestes estadounidenses (1847-1848), ya con el grado de Coronel, al frente del Batallón Orizaba en la guerra de 1847.
Invitado y apadrinado por el ilustre masón yorkino, Valentín Gómez Farías, fue iniciado en la Ciudad de México como masón en 1841. La mayoría de sus biógrafos ignora la logia a la cual ingresó, pero coinciden en que de la Institución Masónica abrevó los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad con los que siempre se distinguió en todo momento. De hecho, él provenía de una antigua familia profundamente conservadora.
Al término de la guerra y con el regreso de Santa Anna, es obligado a huir y escondiéndose en algunos ranchos y haciendas de conocidos y familiares, es aprehendido por una delación y llevado preso a Xalapa, de donde logra escapar y se refugia en la región del Chiquihuite, donde lo encuentra el movimiento de Juan Álvarez e Ignacio Comonfort (opositores del santannismo), al cual se adhiere de inmediato. El 15 de julio de 1855 se levanta en armas en Orizaba; el 31 de agosto lanza un manifiesto a todos los veracruzanos, exponiendo sus razones por las que se adhirió al Plan de Ayutla. Tras el triunfo de la Revolución de Ayutla, se hizo cargo del Gobierno del Estado de Veracruz del 28 de agosto de 1855 al 8 de abril de 1856. En este periodo ordenó la confiscación de los bienes eclesiásticos, otorgándole al Colegio Preparatorio de Orizaba el Convento de las Teresianas (28 de septiembre de 1855) y varias leyes y decretos que van con el espíritu liberal. Fue nombrado Secretario de Gobernación en los gabinetes de Ignacio Comonfort (1 de febrero al 17 de junio de 1857) y de Benito Juárez (10 de diciembre de 1859 al 6 de mayo de 1860). Pero su espíritu no le permite ver pasar las cosas sin su intervención, por ello, deja los puestos públicos para revestirse de su carácter militar, decidido a combatir a los conservadores en la Guerra de los Tres Años (o Guerra de Reforma 1858-1861), defendiendo las leyes y el principio del presidencialismo. Posteriormente fue Secretario de Guerra y Marina (21 de septiembre de 1860 al 13 de enero de 1861). Volvió a Veracruz y ocupó la gubernatura a partir del 27 de junio de 1861, puesto del que pide licencia para ausentarse al ver los barruntos de guerra debido al asedio del Puerto de Veracruz por las armadas de la Triple Alianza (Francia – España – Inglaterra). Debido a ello, durante su gestión se trasladaron los poderes estatales a la ciudad de Xalapa. Además se encargó de la fortificación del camino de Xalapa a Veracruz al inicio de la Intervención Francesa y más tarde se incorporó a las fuerzas de Jesús González Ortega. Participó en la batalla del 5 de mayo de 1862 a las órdenes del General Ignacio Zaragoza y al año siguiente en la defensa al sitio que los franceses impusieron a la ciudad de Puebla. Al rendirse las fuerzas mexicanas, fue capturado por los franceses el 17 de mayo de 1863, junto con los generales Jesús González Ortega, José María Patoni, Eutimio Pinzón y otros más, siendo trasladados a Orizaba de paso a Veracruz, ya que serían desterrados hacia la isla de Martinica. Ya en Orizaba fueron recluidos en el Cuartel de San Antonio, de donde escapó en unión de los demás con la ayuda de los vecinos de Orizaba, refugiándose en el rancho de Ojo de Agua. Marcharon para la sierra del volcán rumbo a Xalapa, de ahí pasaron al estado de Guanajuato a salto de mata, donde el gobernador Manuel Doblado les otorga escolta y dinero, para partir a San Luis Potosí, pero el 21 de junio de 1863, en la hacienda La Quemada de Rincón de los Romos, Guanajuato, fue herido gravemente por los soldados que los escoltaban, aparentemente para asaltarlos. Fallece en medio de grandes dolores, el 23 de junio a la una de la madrugada.
El 26 de junio de ese año, al rendirle homenaje póstumo por el gobierno republicano, es declarado por el Presidente de la República, Benito Juárez García, como “Benemérito de la Patria”. Con ello, el Gobierno de la República rinde el más alto homenaje al General y licenciado Ignacio De la Llave y Segura, reconociéndolo como “Paladín de la Reforma y Jefe del Liberalismo en el Estado de Veracruz y estados aledaños”. El 10 de julio del mismo año es declarado por el Gobernador del Estado de Veracruz, Francisco Hernández y Hernández como “Benemérito del Estado”, decretándose también que la entidad adopte su nombre.
En 1869 se efectuaron los arreglos para trasladar sus cenizas de la ciudad de San Luis Potosí a Orizaba, para después de varios recintos en los que estuvieron custodiadas, por fin moran en el Cementerio Municipal “Juan de la Luz Enríquez”, cuyo monumento columnal se halla al centro. El 2 de abril de 1898 se descubre la monumental estatua que actualmente se encuentra en la Alameda Central de Orizaba.
Don Ignacio De la Llave y Segura nació en Orizaba, Veracruz, México, el 26 de agosto de 1818 y murió en Jaral de Berrio, municipio de San Felipe, Guanajuato, el 23 de junio de 1863. Efectuó sus primeros estudios superiores en el Colegio Nacional de Orizaba, trasladándose posteriormente a la ciudad de México donde se tituló como abogado en la Academia de Derecho Teórico Práctico (1841), llegando en esa época a dominar tres idiomas, además de su lengua nativa: inglés, francés y latín. Fue Juez de Orizaba, Diputado por los cosecheros de tabaco y gana sus primeras elecciones para Alcalde del primer voto en Orizaba en 1844. Combatió contra el gobierno de Antonio López de Santa Anna en 1844, al secundar los orizabeños el Plan del general Mariano Paredes y Arrillaga, por el cual es destituido Santa Anna. Combatió asimismo, contra las huestes estadounidenses (1847-1848), ya con el grado de Coronel, al frente del Batallón Orizaba en la guerra de 1847.
Invitado y apadrinado por el ilustre masón yorkino, Valentín Gómez Farías, fue iniciado en la Ciudad de México como masón en 1841. La mayoría de sus biógrafos ignora la logia a la cual ingresó, pero coinciden en que de la Institución Masónica abrevó los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad con los que siempre se distinguió en todo momento. De hecho, él provenía de una antigua familia profundamente conservadora.
Al término de la guerra y con el regreso de Santa Anna, es obligado a huir y escondiéndose en algunos ranchos y haciendas de conocidos y familiares, es aprehendido por una delación y llevado preso a Xalapa, de donde logra escapar y se refugia en la región del Chiquihuite, donde lo encuentra el movimiento de Juan Álvarez e Ignacio Comonfort (opositores del santannismo), al cual se adhiere de inmediato. El 15 de julio de 1855 se levanta en armas en Orizaba; el 31 de agosto lanza un manifiesto a todos los veracruzanos, exponiendo sus razones por las que se adhirió al Plan de Ayutla. Tras el triunfo de la Revolución de Ayutla, se hizo cargo del Gobierno del Estado de Veracruz del 28 de agosto de 1855 al 8 de abril de 1856. En este periodo ordenó la confiscación de los bienes eclesiásticos, otorgándole al Colegio Preparatorio de Orizaba el Convento de las Teresianas (28 de septiembre de 1855) y varias leyes y decretos que van con el espíritu liberal. Fue nombrado Secretario de Gobernación en los gabinetes de Ignacio Comonfort (1 de febrero al 17 de junio de 1857) y de Benito Juárez (10 de diciembre de 1859 al 6 de mayo de 1860). Pero su espíritu no le permite ver pasar las cosas sin su intervención, por ello, deja los puestos públicos para revestirse de su carácter militar, decidido a combatir a los conservadores en la Guerra de los Tres Años (o Guerra de Reforma 1858-1861), defendiendo las leyes y el principio del presidencialismo. Posteriormente fue Secretario de Guerra y Marina (21 de septiembre de 1860 al 13 de enero de 1861). Volvió a Veracruz y ocupó la gubernatura a partir del 27 de junio de 1861, puesto del que pide licencia para ausentarse al ver los barruntos de guerra debido al asedio del Puerto de Veracruz por las armadas de la Triple Alianza (Francia – España – Inglaterra). Debido a ello, durante su gestión se trasladaron los poderes estatales a la ciudad de Xalapa. Además se encargó de la fortificación del camino de Xalapa a Veracruz al inicio de la Intervención Francesa y más tarde se incorporó a las fuerzas de Jesús González Ortega. Participó en la batalla del 5 de mayo de 1862 a las órdenes del General Ignacio Zaragoza y al año siguiente en la defensa al sitio que los franceses impusieron a la ciudad de Puebla. Al rendirse las fuerzas mexicanas, fue capturado por los franceses el 17 de mayo de 1863, junto con los generales Jesús González Ortega, José María Patoni, Eutimio Pinzón y otros más, siendo trasladados a Orizaba de paso a Veracruz, ya que serían desterrados hacia la isla de Martinica. Ya en Orizaba fueron recluidos en el Cuartel de San Antonio, de donde escapó en unión de los demás con la ayuda de los vecinos de Orizaba, refugiándose en el rancho de Ojo de Agua. Marcharon para la sierra del volcán rumbo a Xalapa, de ahí pasaron al estado de Guanajuato a salto de mata, donde el gobernador Manuel Doblado les otorga escolta y dinero, para partir a San Luis Potosí, pero el 21 de junio de 1863, en la hacienda La Quemada de Rincón de los Romos, Guanajuato, fue herido gravemente por los soldados que los escoltaban, aparentemente para asaltarlos. Fallece en medio de grandes dolores, el 23 de junio a la una de la madrugada.
El 26 de junio de ese año, al rendirle homenaje póstumo por el gobierno republicano, es declarado por el Presidente de la República, Benito Juárez García, como “Benemérito de la Patria”. Con ello, el Gobierno de la República rinde el más alto homenaje al General y licenciado Ignacio De la Llave y Segura, reconociéndolo como “Paladín de la Reforma y Jefe del Liberalismo en el Estado de Veracruz y estados aledaños”. El 10 de julio del mismo año es declarado por el Gobernador del Estado de Veracruz, Francisco Hernández y Hernández como “Benemérito del Estado”, decretándose también que la entidad adopte su nombre.
En 1869 se efectuaron los arreglos para trasladar sus cenizas de la ciudad de San Luis Potosí a Orizaba, para después de varios recintos en los que estuvieron custodiadas, por fin moran en el Cementerio Municipal “Juan de la Luz Enríquez”, cuyo monumento columnal se halla al centro. El 2 de abril de 1898 se descubre la monumental estatua que actualmente se encuentra en la Alameda Central de Orizaba.