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LA MASONERIA Y EL ARTE DEL BORDADO

Publicado: Mié May 14, 2008 2:12 pm
por benedictus16
La Masonería es una vía iniciática cuya realidad emana del Gran Arquitecto del Universo, principio a cuya Gloria los masones realizan todos sus trabajos. Y es apoyándose en la simbólica del oficio de constructor como el masón cumple su labor interna de auto-conocimiento. Tomándose a sí mismo como un pequeño todo, llega a descubrir en sí mismo las leyes que rigen el cosmos.

Siendo simbólicos todos los oficios tradicionales, estos permiten la apertura a espacios internos de uno mismo, lo que sucede de forma simultánea al propio desarrollo de la función del oficio, por constituir su estructura un código ordenado que imita el modelo cósmico, siendo esta cualidad la que les confiere a dichos oficios su papel de soportes para la transmutación de la conciencia.

Es así que, en el origen de la Masonería, el trabajo operativo de construcción se hallaba perfectamente unido al propio proceso interno del masón, por lo que el rito y el símbolo se cumplían al mismo tiempo que el edificio externo se iba levantando. El aprendiz masón, asesorado por su maestro de obras, aprendía a descubrir las aristas de la piedra bruta, de la que él mismo era símbolo vivo. Ayudándose con las herramientas propias del oficio, es decir con la escarpa, o cincel, y el mazo, desbastaba y pulía la piedra al mismo tiempo que pulía sus propias imperfecciones y condicionamientos psicológicos, que son el impedimento principal para que la piedra llegue a ser cúbica y tallada a escuadra, convirtiéndose en la parte sólida y estable que requiere todo edificio bien construido. El desarrollo de las facultades intelectuales del masón operativo se producía al aplicar a la propia construcción efectiva del edificio, la transposición simbólica de la idea trascendente. Pues la regeneración psíquica, el ordenamiento de lo mental, nace de la comprensión del Orden Superior a que el símbolo permanentemente alude, por medio de la sugerencia y la evocación que afloran al meditar sobre él. De este modo el masón descubría facultades en sí mismo, antes incluso insospechadas, y que de no ser por la propia purificación psicológica y la aplicación al rito de la memoria, nunca tendrían la oportunidad de desarrollarse.

Hemos de destacar el hecho de que este oficio de constructor era desempeñado exclusivamente por hombres. Esto es debido a que la mujer tenía sus propios ritos iniciáticos, adaptados a oficios más particularmente femeninos, y a través de los cuales llevaba a cabo su trabajo de realización interna. Estos oficios están relacionados sobre todo con el tejido, como fue el caso de las "hiladoras de seda". Desafortunadamente ningún ritual que se refiera a este tipo de iniciaciones femeninas parece haberse conservado hasta hoy, al menos en cuanto a Occidente se refiere, aunque se sabe, eso sí, que dichos oficios estaban vinculados al Compañerazgo, organización iniciática artesanal muy cercana a la Masonería. Se da la circunstancia de que aunque los oficios relacionados con el tejido están más vinculados a la mujer, algunos de entre ellos eran desempeñados por hombres y por mujeres conjuntamente. Esto sucedió, por ejemplo, en el arte de la tapicería durante la Edad Media occidental. Con frecuencia esos tapices, de una sugestiva y gran belleza, además de una laboriosa composición artesanal, se confeccionaban para adornar las catedrales construidas precisamente por los masones y los compañeros. Lo que hace suponer que existían talleres durante la construcción de estos edificios dedicados exclusivamente a estos trabajos y por consiguiente en estrecha relación con la propia tarea de los constructores y arquitectos. Sin embargo, los tapiceros y tapiceras, eran dirigidos en su labor por maestras tejedoras y bordadoras, que al mismo tiempo que enseñaban la técnica del oficio, también transmitían su código simbólico. Que una mujer, en este caso concreto, fuera la que dirigiera también a los hombres, nos indica claramente la preeminencia del elemento femenino en el arte del tejido. Actualmente, entre los indios guatemaltecos, todavía se sigue conservando el arte de la tejeduría, como patrimonio de su cultura, y cuyos brocados1 repiten los modelos geométricos, florales, de animales o pájaros, que desde siempre han constituido los motivos de sus ornamentos. Constituyendo dichos brocados el reflejo de una simbólica mediante la que este pueblo, descendiente de los antiguos mayas, expresa y transmite su mensaje. Precisamente son los brocados realizados por "mano de mujer" los de mayor prestigio por la belleza de su composición, confirmándose con ello lo que anteriormente decíamos acerca de la preeminencia femenina en un arte que le es propio. De todos modos hay que señalar que todo oficio desempeñado conjuntamente por hombres y por mujeres, es siempre algo excepcional, ya que en una sociedad tradicional siempre existió una clara distinción entre oficios masculinos y femeninos, los cuales están adaptados a las condiciones particulares de las naturalezas del hombre y de la mujer, que aunque una en esencia, es doble y se manifiesta como dual, y en aparente oposición, en el plano de las formas.

Los ritmos de las estaciones, los ciclos y los períodos de la luna y de las cosechas..., están tan unidos al propio organismo de la mujer, que ésta los vive de forma espontánea y natural. Ese es un rito del que participa por imperativo divino, y al cual no es menester añadirse porque ya es en ella. Esta realidad señala el modo distinto que la mujer tiene de desvelar los secretos de las cosas y de reflejar el orden del universo. De esa visión particular del mundo nacen sus oficios, caracterizados por el empleo de materiales sensibles y acordes con su naturaleza receptiva (yin). Dicha receptividad está simbólicamente en correlación con la de la Tierra; ésta, en su quietud activa, acoge en sus entrañas la semilla, a la que fertiliza por la acción captadora de las energías del cielo, y de cuya unión nace el fruto de la cosecha. Naturalmente esta relación cielo-tierra se mantiene entre el hombre y la mujer. Esto es como decir que es a través de la unión de los complementarios como se llega a la visión sintética del Orden Universal, siendo que de esta unión, surge la vida en todos sus órdenes de realidad.

Ahora bien, dejando de lado los caminos religiosos, ya que es la Masonería una vía iniciática que en Occidente mantiene vivos sus ritos y su código simbólico, es a ella a la que la mujer hoy en día puede incorporarse en el camino del Conocimiento, sin que los símbolos masónicos que se refieren al oficio de la construcción suponga un condicionante a su realización, sino un modo nuevo de adaptación a la realidad de los tiempos. Pero sin dejar al margen el estudio y la investigación de los símbolos y ritos propios de los oficios femeninos, sabiendo de antemano que estos se reúnen en la unidad de un mismo mensaje. El interés por hallar la analogía entre la simbólica del oficio de constructor y la simbólica de los oficios de mujer, constituiría, pues, el trabajo colectivo de una Logia femenina, rescatando así una herencia que es conforme a su naturaleza. Decimos logias femeninas, no logias mixtas, pues éstas, como advierte René Guénon, suponen una desviación de todo proceso iniciático auténtico.2

Teniendo, pues, la Masonería un origen artesanal, su simbólica está de una u otra manera vinculada a cualquier oficio tradicional, y particularmente, como hemos visto, a los relacionados con el tejido. Así lo demuestran, además, algunas leyendas masónicas relativas a los orígenes míticos de esta Orden iniciática, como más adelante veremos.

Todo ello nos lleva a pensar que es en el arte de tejer, y más particularmente en el de bordar, donde mejor puedan hacerse estas correspondencias simbólicas entre distintos oficios, basándonos en el "don de lenguas" a que se refiere la Tradición. Pues la palabra se ilumina cuando expresa la armonía del mundo, que es también su Verdad. El bordado es una representación de ello, y su locución se expresa por medio del color, de la textura del tejido y del brillo de las sedas, que son los elementos con los que el bordado configura su código y su mensaje tradicional.

Publicado: Mié May 14, 2008 5:07 pm
por joaquimvillalta
Q.·. H.·. Benedictus:

Me complace saludarte nuevamente y ver tus intervenciones en este espacio.

A pesar de gozar de las bondades iniciáticas del Arte del Bordado para las Señoras, quiero sin embargo mostrar mi discrepancia, con buena parte del texto expuesto en este hilo muy en línea de las posiciones Guenonianas implícitas en sus "Estudios sobre la Francmasonería y Compañerazgo", o "El simbolismo de la Cruz", entre otros.
Reconociendo el elevado valor y trabajo de tan ilustre H.·. y autor, no puedo aceptar la afirmación tajante en la que se da por hecho la exclusiva participación masculina en el Oficio de la construcción y su hoy "intolerable" no reconocimiento iniciático mediante esta vía, la construcción/masónica, en particular, argumentando la no intervención de elementos suprahumanos para la realización del mismo, y que desprecia la mixicidad de los Trabajos Masónicos. Por aquí no paso.

Incluso aquellos que defendieron la creación ritual como específicamente masculina desconocian las recientes investigaciones históricas y descubrimientos documentales al respecto (veanse los trabajos de Gimpel, entre otros y las fuentes documentales de Boileau, por ejemplo) y que cualquier estudioso de la Historiografía puede encontrar.
No puedo ni ética, ni documentalmente, dar por válidas semejantes posturas. Actualmente estos posicionamientos, dan risa o resultan una ofensa para el intelecto de muchos y muchas (o las dos cosas a la vez).

Es una pena y una desgracia que algunos sectores se enroquen dogmáticamente defendiendo una actitud misógena en la masonería cercana al fanatismo y cuya batalla la tienen perdida ya no a medio, sino a corto plazo.

Humildemente discrepo de esas enseñanzas sobre base falsa. Confieso que a pesar de haber sido un estudioso admirador de Guénon, hoy miro el contenido de su obra "cum grano salis". ¿Como voy a contemplar igualmente determinadas afirmaciones, cual dogma, sabiendo que son inciertas, sin resistir mirar a otro lado?

Durante años he luchado (sí, luchado dentro de la Orden) por defender la igualdad iniciática de la mujer. Es un tema que está bastante gastado. No obstante, de vez en cuando, aún no logro resistir la tentación a entrar al trapo y expresar... por qué pretendemos defender con falsos argumentos lo que ni espiritual, ni ética, ni moral, ni socialmente, es defendible?
Aquel que quiera trabajar en su mono-universo (hombre o mujer) que lo haga. Pero no niegue al otro sexo y los trabajos mixtos.

Te agradezco que no hayas puesto este tema como elemento de reflexión.
Dicho esto, reitero mi alegría por verte de nuevo intervenir entre nosotros y espero nos saludemos y compartamos TTrab.·. personalmente en breve.


Recibe un cordial TAF

Prof. Joaquim Villalta

Publicado: Mié May 14, 2008 5:24 pm
por Aurora
El interés por hallar la analogía entre la simbólica del oficio de constructor y la simbólica de los oficios de mujer, constituiría, pues, el trabajo colectivo de una Logia femenina, rescatando así una herencia que es conforme a su naturaleza. Decimos logias femeninas, no logias mixtas, pues éstas, como advierte René Guénon, suponen una desviación de todo proceso iniciático auténtico.2
Nunca he estado de acuerdo con esta frase del trabajo de María Ángeles Díaz que lleva por título "LA MASONERIA Y EL ARTE DEL BORDADO": http://members.tripod.com/gh31/id131.htm, máxime cuando la cita indicada con el 2 a continuación de la frase, y buscada a pie de página da esta nota:
2 Oswald Wirth a propósito de la iniciación femenina dice: Hace falta mujeres con coraje capaces de rescatar el simbolismo de la aguja.
Es decir, afirma que la frase es de René Génon, pero la cita es de otro autor.
Y aunque lo hubiese dicho René Guénon seguiría estando en desacuerdo. Ligar la autenticidad de un proceso iniciático al género, eso sí me parece una desviación.
Nadie puede dudar de la autenticidad de las iniciaciones de las escuelas tradicionales del yoga (por poner un ejemplo evidente), y siempre han iniciado por igual a hombres y mujeres.
Los maestros y maestras de yoga han impartido enseñanzas a grupos mixtos desde hace milenios.

No obstante, el trabajo de María Ángeles Díaz en conjunto me parece destacable, y creo interesante la transposición simbólica del simbolismo masónico al oficio del bordado:
Todo ello nos lleva a la conclusión de que es a través del bordado, tomado como una parcela en el orden de los oficios femeninos, como puede lograrse la síntesis que haga posible la transposición simbólica con el propio simbolismo de la Masonería.

Diremos que la Logia es un lugar protegido y "encuadrado" simbólica y ritualmente, donde se fijan los signos que hacen reconocible ese espacio sagrado. Asimismo, una tela dispuesta para su ornamentación, es el enmarque inicial y protector al abrigo del cual se despliegan todas las formas manifestadas de la creación del bordado. Esto es, un espacio yin (receptivo o femenino), dispuesto para atraer la energía yang (activa, masculina).

Este encuadre que circunscribe el tejido es ya un espacio cualificado por la medición y la elección de la textura de la tela, en donde la bordadora traza el orden que antes ha sido diseñado en el plano de las ideas. Esta acción que lleva a cabo la bordadora es idéntica a la del maestro arquitecto, cuyos planos y diseños geométricos son la traducción simbólica de las ideas y principios universales que se plasmarán en la construcción del edificio. La tela, que en el simbolismo geométrico se corresponde con la horizontal, representa el plano donde se describen y multiplican todas las formas indefinidas de la creación. La vertical vendría dada por la aguja, símbolo del eje que comunica entre sí los distintos planos de la manifestación. De la acción de la aguja sobre la tela (yang sobre yin, la vertical sobre la horizontal) surge el relieve del bordado, es decir el resultado final de esa unión entre complementarios.

A su vez, este encuadre que circunscribe el tejido dispuesto para el bordado, guarda una perfecta analogía con el cuadro de Logia masónico, donde se trazan los signos más significativos del grado a que este cuadro corresponda. Dicho cuadro, medido a escuadra, es decir con justa proporción, simboliza el plano en donde se hará manifiesta la inteligencia creadora. El representa una síntesis de la Logia, que es asimismo una imagen del cosmos. Los cuatro lados del rectángulo del cuadro, o análogamente del tejido, están orientados según las cuatro direcciones del espacio: Este-Oeste y Norte-Sur. Es, por consiguiente, un espacio ordenado y delimitado y este orden es además consagrado por el rito de su trazado y de su diseño tal y como los antiguos masones operativos lo realizaban. Aquí podemos ver una correspondencia entre el trazado del cuadro de la Logia, efectuado con una tiza sobre el pavimento y la propia aplicación de la aguja y la hebra sobre el tejido, igualmente enmarcado como hemos dicho. En ambos casos el gesto ritual es el mismo. El masón y la bordadora cumpliendo su oficio se hacen co-partícipes del "gesto" del Gran Arquitecto, esto es, de las leyes del macrocosmos adaptadas al microcosmos, que no son sino la misma cosa.
Un abrazo Bene, muchas gracias por traernos tan buen trazado :D

Publicado: Mié May 14, 2008 5:42 pm
por joaquimvillalta
Q.·. Hna.·. Aurora:

Es muy Guénoniano.
Extracto del Capítulo III (INICIACIÓN FEMENINA E INICIACIONES DE OFICIO) de Estudios de la Francmasonería y el Compañerazgo (Vol.2)(R. Guénon):

Como decíamos entonces, la conexión con el oficio, totalmente independiente de su ejercicio exterior, permanece inscrita necesariamente en la forma misma de la iniciación, y en aquello que la caracteriza y constituye esencialmente como tal, de modo que en ningún caso podría ser válida para quienquiera no fuera apto para ejercer el oficio en cuestión. Naturalmente, nos estamos refiriendo en particular a la Masonería, ya que por lo que hace al Compañerazgo, el ejercicio del oficio no ha dejado jamás de considerarse como condición indispensable; por lo demás no conocemos ningún otro ejemplo de una desviación de este tipo más que la "Masonería mixta", que por tal razón no podrá nunca ser considerada "regular" por nadie que al menos comprenda mínimamente los principios de la Masonería. En el fondo la existencia de esta "Masonería Mixta" (o Co-Masonry como se la denomina en los países de habla inglesa) constituye simplemente una tentativa de introducir en el ámbito iniciático mismo, que por sobre cualquier otro debería estar exento, aquella concepción "igualitaria" que, rehuyendo ver las diferencias de la naturaleza existentes entre los seres, llega hasta atribuir a las mujeres una función propiamente masculina , y que está además manifiestamente en la raíz de todo el "feminismo" contemporáneo3.
Ahora bien, el problema que se plantea es el siguiente: ¿por qué todos los oficios que están incluidos en el Compañerazgo son exclusivamente varoniles, y por qué ningún oficio femenino parece haber dado origen a una iniciación de este tipo? A decir verdad es ésta una cuestión bastante compleja y no pretendemos resolverla por entero aquí; dejando de lado la investigación de contingencias históricas intervinientes, diremos solamente que puede haber ciertas dificultades particulares, de las cuales una de las principales posiblemente se deba al hecho que, desde el punto de vista tradicional, los oficios femeninos deben normalmente ejercerse en casa, y no como en el caso de los masculinos, fuera de ella. Sin embargo, una dificultad de este tipo no es insuperable, y podría solamente requerir algunas modalidades especiales en la constitución de una organización iniciática; y, por otra parte, no hay duda alguna que hay oficios femeninos perfectamente susceptibles de servir de soporte para una iniciación. Podemos citar, a título de ejemplo, el tejido, del cual hemos expuesto en una de nuestras obras su simbolismo particularmente importante4; este oficio es además de los que pueden ejercerse a la vez por hombres y por mujeres; como ejemplo de un oficio más exclusivamente femenino, citaremos el bordado, al que se refieren directamente las consideraciones sobre el simbolismo de la aguja, del que ya hemos hablado en diversas ocasiones, así como algunas de las que conciernen al sûtrâtmâ5. Es fácil entender cómo podrá haber por este lado, en principio al menos, posibilidades de iniciación femenina que no serían desdeñables; pero decimos en principio porque desafortunadamente, en las condiciones actuales, no hay de hecho ninguna transmisión auténtica que permita realizar tales posibilidades; y no nos cansaremos de repetir, visto que se trata de algo que muchos parecen perder siempre de vista, que a falta de tal transmisión no puede haber iniciación valida, ya que ésta no puede ser de ninguna manera constituida por iniciativas individuales que, cualesquiera que sean, no pueden, por sí solas, originar sino una pseudo-iniciación, puesto que falta necesariamente el elemento suprahumano, vale decir, la influencia espiritual.
De todos modos podría tal vez entreverse una solución considerando lo siguiente: los oficios que pertenecen al Compañerazgo tuvieron siempre, habida cuenta de sus afinidades más particulares, la facultad de afiliar tales o cuales oficios, y conferir a éstos una iniciación de la que antes carecían, iniciación que es regular por el hecho mismo de ser una adaptación de una iniciación preexistente: ¿no habría algún oficio que sea susceptible de efectuar tal transmisión con relación a determinados oficios femeninos? El asunto no parece enteramente imposible, y quizá no carece de antecedentes en el pasado6. Sin embargo no hay que ocultar que habría grandes dificultades respecto de la necesaria adaptación, que evidentemente es mucho más delicada que si se tratara de oficios masculinos: ¿dónde podrían encontrarse hoy hombres suficientemente competentes como para lograr tal adaptación en un espíritu rigurosamente tradicional y guardándose de introducir la menor fantasía que arriesgaría comprometer la validez de la iniciación trasmitida7? De cualquier manera, no podemos obviamente hacer otra cosa que formular una sugerencia, ya que no nos toca a nosotros ir más lejos en este sentido;

3 Entiéndase bien que hablamos aquí de una Masonería donde las mujeres son admitidas al mismo título que los hombres, y no de la antigua "Masonería de adopción", que tenía solamente como fin el dar satisfacción a las mujeres que se lamentaban de estar excluidas de la Masonería, confiriéndoles un simulacro de iniciación que, si era totalmente ilusorio y no tenía ningún valor real, no tenía al menos ni las pretensiones ni los inconvenientes de la "Masonería mixta".

4 Le Symbolisme de la Croix, cap. XIV.

5 Ver especialmente "Encuadres y laberintos", en el número de octubre-noviembre de 1947: los dibujos de Durero y de Vinci de los que se trata podrían ser considerados, y lo han sido además por algunos, como representando modelos de bordado. (Véase Symboles de la Science Sacrée, cap. LXVI).

6 Hemos visto mencionar en alguna parte que, en el siglo XVIII, una corporación femenina al menos, la de las alfileteras, habría sido afiliada así al Compañerazgo; lamentablemente, nuestros recuerdos no nos permiten aportar más precisiones al respecto.

7 El peligro sería en suma hacer en el Compañerazgo, o a su lado, algo que no tendría más valor real que la "Masonería de adopción" de la que antes hablábamos; y aún los que instituyeron ésta sabían al menos a qué atenerse, mientras que, en nuestra hipótesis, los que quisieran instituir una iniciación "compañónica" femenina sin tener en cuenta ciertas condiciones necesarias serían como consecuencia de su incompetencia, los primeros en hacerse vanas ilusiones.


El punto 3 es una pasada. Sin comentarios.

TAF

Prof. Joaquim Villalta

Publicado: Mié May 14, 2008 7:37 pm
por Aurora
¡Vaya patinazo el del hermano Guénon!
Q.·.H.·. Joaquim, muchas gracias, no conocía ese texto de Guénon que nos hace recordar que todos los humanos nos equivocamos :lol:
Comete el fallo de base de considerar los oficios como masculinos o femeninos, cuando no tienen género.

La educación influye mucho, he visto con frecuencia, como las madres quitaban a un niño una muñeca de las manos diciéndole: "las muñecas son para las niñas" , y al revés, cuando una niña intentaba jugar a juegos de chicos intentar que volviese a sus muñecas.

Es evidente que el organismo femenino segrega menos testosterona y por ello tiene menos fuerza muscular, pero hoy en día, cuando la mayoría de los trabajos pesados los realizan las máquinas, se ven mujeres dirigiendo equipos de obras de construcción, manejando grúas, trabajando de albañiles subidas en un andamio...
En la zona donde vivo, las mujeres han sido trabajadoras desde siempre, y aunque en minoría, se las ve conduciendo camiones y hasta dirigiendo cofradías de pescadores donde los hombres las respetan como al mejor jefe.
En mi ciudad hay al menos una mujer basurera, la he visto con el camión de la basura y cargando los contenedores en el camión. Hay jardineras, policías, y todo tipo de oficios considerados tradicionalmente como masculinos.

Mucha tinta ha dejado René Guénon, pero en toda su vida no se enteró de lo que es una mujer. Se lo ha perdido, y por eso escribió semejante tontería :lol:
Una pena, y mira que me han gustado otros escritos suyos, pero este... :)
Pienso que ningún humano puede ser considerado como maestro infalible, y todas las enseñanzas hay que ponerlas en cuestión a la luz de la razón. Guenon nos lo ha demostrado :wink:

Publicado: Jue May 15, 2008 5:35 am
por benedictus16
joaquimvillalta escribió:Q.·. H.·. Benedictus:

Me complace saludarte nuevamente y ver tus intervenciones en este espacio.


Te agradezco que no hayas puesto este tema como elemento de reflexión.
Dicho esto, reitero mi alegría por verte de nuevo intervenir entre nosotros y espero nos saludemos y compartamos TTrab.·. personalmente en breve.


Recibe un cordial TAF

Prof. Joaquim Villalta
QH Joaquim

Es un placer compartir este foro con todos aquellos HH y HHas que se expresan desde la medida y buen gusto ( veras que no uso ni tolerancia ni talante) arggggrrrfff de palabros :lol: .

Sabes que estare encantado de poder compartir vuestros trabajos cuando lo digas, si asi lo permite los hnos de vuestro taller.

Este texto no lo he puesto para que sea un motivo de reflexion, ni mucho menos, simplemente para constatar que en aquellos años ya habian posturas que si bien hoy son anacronicas, asi funcionaban las mentes de los " masters", creo que siempre se bueno conocer lo bueno y lo malo de las cosas para poder opinar o bien para podernos posicionar.

Todos los que me conocen en estos foros creo que saben de sobra que mi linea de pensamiento es diferente a las vuestras en general, pero siempre nos tratamos con el respeto debido. Que asi debe ser

Recibe un TAF en Xº Ntro. Sr.

Josep Maria

Publicado: Jue May 15, 2008 9:14 am
por joaquimvillalta
Q.·. H.·. benedictus:

Sabes que siempre serás bienvenido a mi R.·. L.·.
Las diferentes lineas de pensamiento nunca deben suponer un problema entre Francmasones/as. Ahí radica parte de la grandeza de nuestra Orden.

Estaremos en contacto.

Recibe mi sincero TAF

Prof. Joaquim Villalta