Mannaz escribió:Solo una pregunta. ¿porqué motivo debo aceptar el aval de un padre que es masón y no el de uno que no lo es?
Si aceptamos que un padre pague las cuotas de su hijo, debemos aceptar eso sea o no masón el padre. Lo contrario sería una discriminación y yo, como masón, me opongo a todo tipo de discriminación.
Hermano, ¿Tienes el mismo grado de confianza en un Hermano de tu Taller que en una persona desconocida?
Pero sobre todo, el hijo de un masón ya sabe algo de Masonería. Ha oído hablar a su padre, ha sido educado por un masón(a), por ello su mente está más acorde, más sintonizada con el trabajo del grupo, su mente está más receptiva al aprendizaje que la experiencia en Logia le va a aportar.
Diría que el hijo de un masón es un terreno ya abonado. Las semillas de la instrucciónque reciba en Logia tienen más posibilidades de fructificar. Creo que este hecho no se puede olvidar a la hora de considerar su solicitud.
Tener una independencia económica, sea del tipo que sea, te permite poder tomar tus decisiones por ti mismo. Si tu manutención depende de otros, lo más probable es que tengas que seguir ciertas normas o reglas impuestas por las personas que te mantienen; eso quiere decir que no eres libres de tomar las decisiones por ti mismo, pues dependes de otros.
Esto dejaría fuera de la Masonería a las amas de casa que no trabajan fuera del hogar. Y el hecho es que hay amas de casa en las Logias.
En las Logias mixtas, con bastante frecuencia, la esposa de un hermano solicita su ingreso en nuestra Fraternidad, y si cumple los requisitos se le admite, aunque no tenga un trabajo remunerado. Muchas hermanas están en esta situación.
Visto el tema desde otro punto de vista, la exigencia de "ser libre" para poder ser masón es en realidad una utopía, porque en mayor o menor medida todos estamos condicionados por nuestras circunstancias y por las personas que nos rodean. Todos dependemos de otras personas que coartan nuestra libertad, del hijo a quien tenemos que acompañar a la función del colegio justo a la hora que tenemos una tenida, de la madre anciana, el esposo, el hijo enfermo a quien hay que cuidar. Acompañaríamos a los hermanos en el levantamiento de columnas de una Logia y no podemos..., etc.
Seamos sinceros, ¿Cuántas decisiones libres tiene opción a tomar una madre de familia? Diría que la mitad de la mitad de las que quisiera, y he sido generosa.
¿Vamos por ello a no tomar en consideración su solicitud de ingreso?
Y yéndonos al aspecto más interno del término "ser libre". ¿Acaso somos verdaderamente libres alguno de nosotros? ¿Nos condicionan nuestras ideas, nuestros pensamientos, deseos, hormonas, traumas, costumbres,...., etc
Por esta razón soy partidaria de interpretar el término "ser libre" de forma flexible y aplicarlo tras el análisis de cada caso.
TAF
