Creo que la difusión mediática del caso de los médicos de Madrid fue nefasta para futuros casos tan dramáticos como el del esposo de tu amiga. Esos médicos fueron absueltos, pero después de un largo proceso judicial que provocó una merma de la confianza de los usuarios hacia la sanidad pública así como un miedo injustificado por parte de los médicos para asistir terapéuticamente a los enfermos terminales.Aurora escribió:El esposo de mi amiga ha fallecido y no le suministraron todos los calmantes que necesitaba. Le dieron algunos, pero murió con un gran sufrimiento ante su esposa y sus hijos (de unos 20 años de edad) que le acompañaron en todo momento y están destrozados porque no pudieron evitarle sufrimientos.
Quieren ponerle una demanda al médico y es algo que quisiera dialogar con ustedes.
El enfermo tiene derecho a que se minimice el dolor y sufrimiento que se produce en el contexto de un proceso terminal. Es un derecho contemplado tanto legislativamente como deontológicamente. Indudablemente conlleva una disminución de la expectativa de vida. Creo que el médico nisiquiera debería alegar objeción de conciencia porque creo que la asistencia al enfermo, tanto en la salud, como en el camino hacia la muerte, es tarea del médico, y es inherente a la profesión médica, sin que por ello se contravenga ningún precepto deontológico y mucho menos legal. Pero si fuera así, si alegase objeción de conciencia por creencias culturales o religiosas, creo que su deber era el de delegar la asistencia de ese paciente a otro colega médico que pudiera asistir debidamente al enfermo.