Aurora escribió:La Torre Eiffel es uno de los monumentos mas conocidos en todo el planeta, pero probablemente muy pocos sepan que esta magnifica construccion pudo ubicarse en España, concretamente en Barcelona... pero los inteligentes gobernantes de la epoca dijeron que no...
Y es que Gustave Eiffel presento el proyecto de la majestuosa Torre al Ayuntamiento de Barcelona, con la intencion de que se convirtiese en el emblema de la ciudad para la Exposicion Universal de Barcelona en 1888. Sin embargo, a los que entonces mandaban les parecio algo extraño y que no encajaba con la ciudad. Dijeron que no, y en su lugar proyectaron el actual Arco del Triunfo, que yo no conocia hasta ahora (quiza sea inculto, pero el único arco del triunfo que conozco es el de Paris, casualmente).
Ya sé que el tema es Eiffel, pero como buen catalán, déjame romper una lanza en favor de Rius I Taulet, organizador de la Exposición Universal de 1886, y unos de los mejores alcaldes que ha tenido Barcelona.
Efectivamente, en Barcelona existe un Arco de Triunfo, en concreto, éste:
Que curiosamente, no celebra ningún triunfo militar: se trata simplemente de lo que fue la puerta de entrada al recinto de la Exposición Universal de 1886. Dicho recinto es hoy el Parque de la Ciudadela, unos de los mayores de la Ciudad.
Lo que ocurrió fue que el Ayuntamiento buscaba un proyecto de puerta monumental, acorde con el resto de los edificios que componian la exposicion. ¿Y como eran esos edificios? La mayoría, compactos y de ladrillo rojo, típico catalán. Para muestra, el edificio que albergó el restaurante de la exposición, y sede del actual Museu de Zoologia:
Un edificio, por cierto, lleno de elementos de inspiración masónica.
Como se puede ver, la Torre Eiffel no encajaba en absoluto en el estilo, y como puerta de entrada tampoco acababa de convencer mucho. Y además, Barcelona no tenía un espacio como el Campo de Marte, que le diera perspectiva, ni un mirador como el Trocadero. Una Torre Eiffel "metida" dentro de la estructura del "Eixample" barcelonés no tenía sentido alguno.