La familia de una de mis mejores amigas es portadora de un gen defectuoso que suele producir cáncer. Su infancia transcurrió viendo morir mujeres jóvenes que dejaban a sus hjos sin madre, en medio de terribles dolores que duraban meses o años.
Creció con la perspectiva de que moriría joven y con un gran sufrimiento. Hasta que un día decidió que si era portadora, moriría, pero lo haría a su manera, sin permitirse llegar al extremo de sufrir tanto.
"Cuando tomé esa decisión me sentí liberada" - decía - "A partir de ese momento empecé a vivir, sin miedo"
Conozco personas que han dejado por escrito ante notario su voluntad ante el caso de incapacidad grave o enfermedad irreversible, su deseo de que se les permita morir con dignidad.
También conozco directamente el caso de una persona que ante su grave deterioro físico dejó de comer para dejarse morir.
En estos días la sociedad italiana está debatiendo el derecho a morir dignamente. El Tribunal Supremo italiano había autorizado suspender la alimentación y la hidratación artificial a Eluana Englaro, una mujer, ingresada en una clínica de Údine que vive en estado vegetativo desde 1992.
Silvio Berlusconi se opone a esta decisión del Tribunal Supremo y se enfrenta a los representantes legales de la República italiana, a las Cámaras parlamentarias, a la Justicia en pleno y al Estado de derecho.
Me imagino que habrán seguido las incidencias del proceso que pueden leer aquí: http://www.elpais.com/articulo/sociedad ... usoc_1/Tes
Las cuestiones son:
- ¿Tenemos derecho a decidir morir con dignidad?
- En el caso de caer en coma o incapacidad de expresarnos, ¿Quién o quienes tendrían derecho a decidir por nosotros las circunstancias de nuestra propia muerte?: ¿Familiares? ¿Médicos? ¿Las instituciones del Estado? ¿El presidente del gobierno? ¿Las jerarquías religiosas, sacerdotes, lamas, gurús...?
Dejo el debate en el aire y cada cual puede expresar sus opiniones

Un abrazo